Durante la década de 1980, muchos niños dejaron sus chupetes en el chupetómetro, un gran cilindro transparente que era parte del programa de televisión “El Show de Carlitos Balá”, con el que el artista intentaba ayudar a los más pequeños a desprenderse de ese objeto y superar una etapa.
A la avenida Diagonal Sur (Julio A. Roca) también llegó esta mañana, de la mano de la comunidad “Colectivos del ayer”, una antigua unidad de la línea 39 de colectivos, que tenía una de sus cabeceras en Chacarita, el barrio de Balá.
En esa línea, el comediante dio sus primeros pasos cuando era muy joven, haciendo reír a los pasajeros; además, era amigo de los choferes, con quienes se reunía en el bar “El Volante”.
La unidad que llegó a las puertas del velatorio tenía escrita en su parte trasera la frase “un kilo y dos pancitos!!!”, que usaba Balá para decir que algo era perfecto, y también tenía pintado un retrato del comediante haciendo el famoso “gestito de idea”.
También se desplegaron sobre la avenida dos banderas de Chacarita con el retrato de Balá, pintadas por Sebastián, fanático del comediante y de ese club de fútbol.
Las banderas tenían una dedicatoria escrita por Carlitos para Sebastián.
En el hall de ingreso a la Legislatura, contiguo a la capilla ardiente se encontraban las coronas; la primera en llegar fue la de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), después también se recibieron las del Ministerio de Cultura porteño, de la Asociación Argentina de Actores, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Club Atlético Chacarita Juniors y Sony Music, entre otras.
El público en general puede ingresar al velatorio hasta las 21. Después, sólo permanecerán los familiares del artista.
Antes de que comenzara a ingresar el público, los familiares tuvieron cerca de una hora para estar solos en la capilla ardiente, a puertas cerradas.