Alexis Tapia es un estudiante avanzado de arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba que diseñó un novedoso generador eléctrico que reduce la huella de carbono. Según contaron, este puede recargarse con energía eléctrica convencional, solar o cinética por el desplazamiento de un automóvil. La creación del mismo fue pensado por el estudiante “como un modo de solucionar la problemática de los cortes de luz domiciliarios”.

Tapia, de 35 años, quiere conseguir el apoyo económico de empresas privadas o del sector público para comenzar a producir en serie y comercializar el aparato.

Para él la diferencia que hay entre su generador en comparación con los otros generadores es la “multiplicidad de los métodos de carga” que posee su desarrollo.

“La idea surgió básicamente, de la problemática que tenemos en las grandes ciudades por los cortes de luz ya sea por sobrecarga del sistema o alguna inclemencia climática”, dijo a Télam el estudiante oriundo de la localidad de Río Segundo.

“La posibilidad de hacerlo portátil para transportar energía, aprovechando las energías alternativas que disponemos como la solar, que la podemos obtener en cualquier lugar donde estemos, no hace falta nada complejo, y de esa combinación surge el proyecto”, aseguró Alexis Tapia y agregó: “Tiene varios sistemas de carga, se adapta a cualquier fuente de energía, básicamente ha sido creado con la idea de obtener energía del sol o de forma eólica, también se puede conectar a la red tradicional y retroalimentarse”.

También valoró que la carga puede mantenerse acumulada en el interior el tiempo que se desee, “no es como un generador tradicional que necesita ser usado periódicamente. Podés cargarlo hoy y se puede usar dentro de un mes”, indicó.

El equipo pesa, aproximadamente, unos 30 kilos, y en tamaño es similar al de un tacho de pintura de 20 litros.

Tras participar en la Expo Innova de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Tapia vendió generadores de manera individual, los que fueron adquiridos por productores rurales para sus campos, para comercios o casas de familia, destacando que los comentarios de los clientes “fueron todos altamente positivos”.

La idea es conseguir aportes económicos, privados o públicos, para fabricar una serie y comercializarlos, destacó.

Tapia referenció que los generadores “pueden paliar alguna situación, como por ejemplo el temporal que afectó hace algunas semanas a la provincia de Buenos Aires, donde muchos barrios estuvieron sin electricidad, donde este aparato podría haberse utilizado”.

Tapia aseguró que su equipo reduce el consumo de energía convencional no renovable y permite obtener un rédito de la contaminación que genera un vehículo.

“Un auto que funciona a combustible genera emisiones y despide dióxido de carbono. Mediante la utilización de este aparato, se puede obtener la energía que almacenó el generador. No evita la contaminación, pero queda una ganancia”, concluyó.