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Un enemigo se busca

Hasta hace pocos años, la sección clasificados de los diarios de formato papel era la columna vertebral de muchos medios del país y del mundo. En las bibliotecas, las hemerotecas son un buen archivo al que acudir para observar cómo se estructuraban las noticias, la publicidad y los avisos para comprar y vender cualquier cosa, ofrecer servicios de cualquier tipo, buscar empleo o buscar trabajadores para ocupar puestos de comercios o empresas.

Uno de los temas más exitosos del cantante Rodrigo habla de un aviso en el diario La Voz “para pedir una cita”; porque también servían para eso.

La llegada de Internet y de las versiones web de los diarios y revistas y la aparición de los celulares tal como hoy los conocemos (una computadora en la mano) derribaron de plano esos imperios periodísticos y publicitarios que dominaban la escena pública y privada aquí y allá.

Por caso, hace 14 años, cuando Esteban Avilés asumió su primer mandato como intendente de Villa Carlos Paz, sólo existían diarios y semanarios de papel que tenían en su interior páginas dedicadas a los clasificados.

La idea inicial de este artículo se basa en lo que significaban en esa época ese tipo de avisos: eran la manera de encontrarse y también de pelear espacios empresariales y políticos.

Primeros años de la década de 2010

En sus primeros años en la función pública, Avilés se transformó en lo que los periodistas llamábamos “el concejal díscolo” ya que había ingresado en la lista de Carlos Felpeto pero se mostraba con identidad propia y ambiciones de crecer desde adentro.

Luego entendió que era poco probable vencer al aparato felpetista y se abrió para fundar la alianza Carlos Paz Unido junto Walter Gispert y Omar Ruiz y consiguió su primer triunfo electoral en 2011. Nunca más perdió una elección local más allá de que sus aliados de aquel entonces se transformaron en sus rivales del hoy.

Al año de asumir, en una apertura de sesiones del Concejo de Representantes, Avilés plantó bandera en su batalla contra la Cooperativa Integral que iba dirigida sobre todo a su dirigencia. Los memoriosos hablan de una disputa iniciada en la década de 1980, cuando el ala izquierda de los trabajadores de la cooperativa ganó la conducción dejando afuera a familiares del intendente.

Muchos no entendieron el mensaje o pensaron que era sólo una advertencia para que no se plantearon disputas como las que habían existido hasta entonces, con manifestaciones, carpas y protestas de los cooperativistas que habían enfrentado a los intendentes anteriores.

2015, la ventana que dio el quiebre

Pero, tras conseguir la reelección con un resultado abultadísimo en 2015, Avilés rompió con sus aliados y fue a por todo contra la Coopi.

La historia que sigue es conocida: hace cuatro años, el municipio ganó la batalla judicial para tener el servicio de agua bajo su mando dejando a la Coopi en estado tambaleante. Y este año, cayó el segundo bastión, las cloacas.

2015 Avilés celebra el triunfo junto a Omar Ruiz y Walter Gispert

En los últimos meses, el discurso de Avilés se acomodó a los tiempos y comenzó a utilizar la palabra “casta” tan repetida por el presidente Javier Milei desde la campaña que lo llevó a la Rosada. La utiliza para endilgarle responsabilidades a la dirigencia de la Coopi y a quienes considera sus aliados políticos (toda la oposición a su gobierno) sobre la contaminación del lago, en el caso de cloacas, y la desinversión en la red de agua, en el otro servicio primordial.

El enemigo fue siempre el mismo y eso pareció servirle al intendente para ganar terreno y hacerse de dos cajas importantes para el municipio y dos servicios que suelen ser privados en las grandes ciudades.

En algún momento se especuló sobre la idea de conformar un ente semipúblico pero la idea no cuajó por ahora.

El filósofo argentino Ernesto Laclau plantea la idea de la conformación de una identidad a partir de la existencia de otro bien diferenciado.

“Refleja la noción de que la identidad de cualquier entidad, ya sea individual o colectiva, se define en relación con la diferencia y la alteridad. No hay una identidad esencial o preexistente, sino que se construye a través de la relación con lo que no es ella misma”; dice, en una síntesis apretadísima, su teoría sobre la hegemonía y la construcción de identidades políticas.

Lo que se dice de la batalla cultural

Lo que el presidente Milei y sus soldados en red señalan como batalla cultural es esencialmente la búsqueda de instalar conceptos que prendan en la sociedad para desplazar otros que se instituyeron con anterioridad por el adversario político al que, sin rodeos en este caso, se lo trata de enemigo, maligno y una serie de insultos de grueso calibre que no vale el caso reiterar.

En el caso de Carlos Paz, la batalla que se inició hace 14 años lo pone al líder del espacio político con más años el poder de la historia de la democracia de Carlos Paz como vencedor. El problema que surge es que se quedó sin enemigo a la vista: la Coopi ya no existe como lo que era y en la oposición no aparece un líder que le pueda hacer frente.

El tono presidencialista que le impuso a sus gestiones el intendente llevan a pensar que no tener enemigo es un problema que debe ser resuelto.

Por eso, volviendo a lo que inició esta reflexión, el diario papel de hace unos años podría llevar entre sus páginas un aviso clasificado con la firma de Carlos Paz Unido y la frase: Enemigo, se busca.

 

Foto de Archivo CPV

Ilustración: Alejandro Barbeito.