Los vecinos de Dolores, el poblado histórico del Valle de Punilla, no disimulan el dolor que les provocó el derrumbe de la vieja Casona San Sebastián, un tesoro histórico de la localidad de San Esteban, en e norte del departamento.

Es una crónica de “un derrumbe anunciado” porque desde el municipio se venía reclamando desde hace tiempo al Gobierno Nacional, propietario del inmueble para que detuviera su deterioro. Nada de eso pasó y en la noche del martes los vecinos escucharon un ruido fuerte y seco. El techo había caído al piso.

Juan Guevara , intendente de San Esteban, le dijo a este medio que el derrumbo se produjo después de las 20. “El edificio está hace mucho así, lamentablemente lo sabíamos. Es propiedad del Estado Nacional, de la SENAF,  y hay un convenio con el municipio de Los Cocos para que toda la propiedad sea cedido a un colegio de esa localidad”.

“Ha habido desinterés siempre. Desde 2018 estamos trabajando para su recuperación: del Molino, la Iglesia, San Sebastián. Logramos una aproximación de fondos en la gestión de Macri y justo coincidió con la pérdida de rango ministerial de Cultura y quedó frenado”; contó el intendente.

Y agregó: “Después logramos incluir al Molino en una obra pública para su restauración y quedaron afuera la Capilla Histórica y San Sebastián. Nunca más se logró nada: la Comisión Nacional de Monumentos hizo un informe aconsejando la intervención de San Sebastián para evitar su derrumbe. Pero nunca tuvo eco”.

La casona fue construida en el año 1940 y es una donación con cargo de doña Adelia María Harilaos de Olmos, viuda del gobernador Ambrosio Olmos, a la Sociedad de Beneficencia de la Nación para internado de niñas humildes.