Fue un docente querido y respetado por sus alumnos y sus pares . Durante años fue director del Ipem Arturo Illia y su figura se hizo conocida a nivel nacional por sus declaraciones sobre temas relacionadas con una de sus más grandes pasiones, la educación.

Vivía en San Antonio de Arredondo donde se dedicó a la cría de perros de raza pastor alemán acompañado por su hijo Guillermo, veterinario.

Adolfo fue un hombre muy querido por la comunidad, un docente firme y comprensivo y una gran persona. Tuvo también su incursión en la política dentro del peronismo local.