Es una de las consecuencias directas del desastre ecológico que provocan los incendios forestales. Sucede que a veces no es visible y la situación pasa inadvertida. Con las lluvias, las cenizas que dejan los incendios a su paso por las sierras se trasladan a los cauces de los ríos y, en en el caso de nuestra región, a la cuenca del lago San Roque.

Los vecinos de Tanti pudieron observar hace unos 10 días cómo su arroyo se transformaba en un río de agua negra tras una crecida provocada por la lluvia.

Este sábado, el fenómeno volvió a repetirse y los usuarios de redes sociales lo dieron a conocer a través de videos y fotos.