Este jueves 22 de febrero se cumplen 7 años del asesinato de Franco Amaya por una bala policial en un control de rutina a pocos metros del Puente Los Gigantes.

“El tiempo se agota y necesitamos que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revise el vergonzoso fallo de la Cámara 11 del Crimen que condenó a 12 años al policía Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos (autor del disparo) y absolvió a José Ezequiel Villagra”, remarcaron los organizadores de la marcha.

Asimismo, manifestan su acompañamiento a Laura Cortez, la madre de Frano para plantear una demanda colectiva. “Transformemos la bronca y el dolor en lucha y organización. Habrá muraleada, candombe y música en vivo”, señalaron desde la organización.

El caso

Franco tenía 18 años y estaba a punto de recibirse de peluquero. En la madrugada del 22 de febrero de 2017 estaba preparándose para ir a ver a Ulises Bueno en el boliche Molino Rojo. Con su primo Agustín salieron en moto a buscar una camisa.

Cuando circulaban por la calle Los Gigantes casi en la intersección con Alem, se encontraron con un control policial. La moto tenía pocos frenos y Franco intentó detenerse utilizando los cambios. Allí es cuando el policía Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos (26) disparó por considerar que estaban evadiendo el control policial.

Su compañero, el agente Oficial Ayudante José Ezequiel Villagra (23), era el responsable del control vehicular y sólo atinó a darle aviso a un superior cuando ocurrió el hecho, negándose a brindarle ayuda a Franco, que agonizaba.

En las pericias se constató que ambos policías estaban alcoholizados al momento del hecho.

En mayo del 2018 la Cámara 11 del Crimen llevó adelante el juicio. Allí, el policía Bustos fue condenado a 12 años de prisión; mientras que Villagra fue absuelto. La presencia de alcohol en sangre de ambos policías fue considerada un atenuante de la condena.

En 2022 el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ratificó la condena a 12 años de prisión para el policía Bustos y negó la apelación a la familia de Franco. No obstante, la familia presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se revise el caso. Hasta el día de hoy, allí se encuentra la causa, a la espera de una sentencia por parte de la Corte.

Desde el 2021 – y a través de la ordenanza 6702- la plaza de la esquina de Los Gigantes y Av. Perón lleva el nombre de Franco Amaya.

“Queremos que su nombre siga resonando. Para que no olvidemos lo que pasó con él y para seguir denunciando los abusos policiales. Para que nuestros jóvenes puedan vivir una vida libre de violencias y llena de alegrías”; señalaron los organizadores de la actividad.