Trabajadores de una empresa cordobesa tienen que hacer cuarentena en un hotel de Carlos Paz. Reclaman por las condiciones del lugar, el abandono que viven y la alimentación que reciben.

Se trata de 15 trabajadores, que la empresa a la que pertenecen, los mandó esta semana a realizar tareas a La Rioja y Catamarca. El jueves regresaron a Córdoba y desde ese entonces comenzaron a vivir una pesadilla. Tuvieron que hacerse el hisopado correspondiente, que les dio negativo y el COE dispuso que sean trasladados a un hotel de Carlos Paz para que realicen la cuarentena.

“Llegamos a la Terminal a las 17 y estaba el COE trabajando con otro colectivo, así que tuvimos que esperar dos horas arriba del coche sin comer ni ir al baño, sin saber que iba a suceder con nosotros”, señaló Florencia, una de las trabajadoras de la empresa, que le toca estar haciendo cuarentena.

Y agregó que cuando se enteraron que debían trasladarse a Carlos Paz, sus familias, que viven en Córdoba, tuvieron que acercarles ropa y otros elementos personales, porque de lo contrario no iban a contar con nada.

Relató que cuando llegaron a nuestra ciudad, luego de pasar por el control policial, intentaron comunicarse con el hotel, que se encuentra ubicado en Avenida Perito Moreno, en barrio El Fantasio, para que los espere con algo de comer porque solo habían desayunado, pero no los atendió nadie.

“Nos gestionamos unas pizzas y cuando llegamos al lugar no había nadie. Estábamos custodiados por la Policía, que fueron los que avisaron al dueño del hotel que estábamos ahí”, dijo.

Tras ingresar a las instalaciones, señaló que se encontraron con el lugar todo sucio, “no teníamos toallas en los baños, las frazadas y sabanas con olor a pis de gato, las alfombras de los cuartos impregnadas de olor”.

Estado de abandono

Los trabajadores, que tienen entre 20 y 28 años, sabían que existía la posibilidad de que debían hacer cuarentena en algún hotel, pero nunca imaginaron que tenía que ser bajo estas condiciones que señalan.

“El primer día no tuvimos desayuno y eran las 14 y no teníamos novedades del almuerzo, recién a las 16 nos dieron dos pebetes con una botella de agua. Y a las dos horas un té, un bollo de pan, una naranja, un alfajor Tatín y un turrón, como merienda. Hoy nos dieron el té y el agua era marrón, ellos consumirían eso, no creo.”, dijo Florencia.

Y habló sobre la atención que reciben: “Hay una sola persona que nos puede subir cosas que necesitamos y está de 18 a 21, y después quedamos solos. Hay un compañero con epilepsia, otro con ataque de pánico, pero no hay nadie, no sabemos quién responde si nos pasa algo. Si la recepcionista está, nos pueden alcanzar cosas, sino es imposible”.

Detalló una situación personal que le toca atravesar y que no puede soportar más. “Por ejemplo anoche nos trajeron toallitas femeninas y nadie me las pudo subir, hasta esta mañana. No puedo estar sangrando, estar sin cambiarme, manchando mi ropa. Sabía que podíamos estar 24 días en una habitación, pero no en estas condiciones, con basura, sin higiene, no podemos estar así”.

La mayoría de los jóvenes que están alojados, son estudiantes, deben presentarse en las clases virtuales y algunos rinden en esta fecha, sin embargo no tienen acceso a Internet para poder cumplir con sus obligaciones.

“Si no estaríamos pagando los datos, no tendríamos internet, y todos lo necesitamos porque la mayoría estudiamos. En mi caso rindo el lunes, me quedan tres materias para recibirme, y pasar por esto es una de las perores situaciones, me bancaba cualquier situación, pero esto no”, cerró.