La artista decidió sacarse todo el dolor de adentro, y no solamente lo que respecta al amor, sino fue mucho más allá, y nos se salva nadie.

De acuerdo con lo informado por PRONTO, Mechón de pelo, es su disco más representativo y desgarrador. Todas las letras corresponden a vivencias propias, a cuestiones que viene atravesando, desde el desamor, la convivencia con el hater, la crítica constante, y hasta el espacio que le dio a su padre, Alejandro Stoessel, en Pa, una de sus canciones más profundas.

“Se sintió liberador hacer música con cosas que ni siquiera me animaba a decir”, expresó durante la tarde de este jueves 11 en un vivo de Instagram en el que se mostró muy conmocionada. En LAM analizaron una de las letras en la que, sin nombrarlo, le apuntó a Marcelo Tinelli.

Su padre era amigo de Tinelli hasta que lo echo de Ideas del Sur, en 2008. Luego vino el juicio millonario por los derechos de Patito Feo, que lo ganó Marcelo y lo dejó en banca rota a quien era íntimo de él. Las voces hablaron en aquel momento (se inició en 2009 y el juicio se resolvió en 2017) de un fallo polémico, que la cabeza era verdaderamente Stoessel.

Tini era muy chiquita, pero con el tiempo fue entendiendo todo, sobre todo porque dice haberlo vivido en carne propia, cuando intentaron cerrarle puertas. Todo esto se lo puede escuchar en Ángel, letra que analizaron en LAM para remarcar las partes dedicadas a Marcelo.

“En un momento habla de 2008, que fue cuando Tinelli y Stoessel dejan de trabajar juntos”, relató uno de los panelistas y Yanina Latorre añadió que luego de ese episodio el productor se fue a desarrollar su carrera en Paraguay, porque en Argentina estuvo vedado. Además, Tini dejó en claro en este letra que de todos los proyectos la bajaban, que quedó en Violeta por ser un proyecto internacional (Disney).

Parte de la letra de Ángel

2008, diciembre, fue un viernes.

Ojos que no ven, traición que no sientes.

Judas dio el beso, ¿cómo lo desmientes?

¿Cómo se perdona? ¿Cómo te arrepientes?

Si fueron hermanos, y adiós para siempre.

Si él le dio la mano y el otro los dientes.

Le dieron la espalda y él siempre de frente.

Le dieron las gracias, lo empujan del puente.

Yo ya no entiendo bien qué pasó.

Papá se fue, y culpa de él nunca lo fue.

La herida se tatuó en su piel.

La mentira la oyó todo el mundo.

La verdad nunca la escuchó nadie.

Por eso necesito gritarla a toda Buenos Aires.

Dejá que el tiempo se encargue.

Y el destino se encargó, de violeta pintarme.

 

 

 

Fuente y foto: Revista PRONTO