Talleres enfrentó a Palestino en la vuelta de la Fase 3 de la Copa Libertadores y no le fue bien en el resultado, sí en el juego colectivo, pero quedó sin la chance de integrar la fase de grupos del certamen. Uno de los grandes detonantes de esta derrota fue el árbitro uruguayo Leodán Gonzalez, quien no estuvo en ningún momento del partido a la altura de lo que se jugaban ambos equipos.

A los 17 minutos del primer tiempo, el juez recién sacó la primera amarilla a un jugador chileno, cuando, al menos, ya debía haber tres amonestaciones anteriores. Claro, los errores del juez no sobresalieron porque a los 21 minutos de la primera mitad, Dayro Moreno marcó el gol que, hasta ahí, le daba a la T la clasificación.

Con el correr de los minutos de esa primera parte, al menos un expulsado debió tener Palestino por la intensidad de las faltas y el corte de contraataques. No sucedió. Talleres lo aguantó y se fue arriba al descanso. Ni bien comenzado el segundo tiempo, otro jugador local debió ser expulsado, sin embargo, el juego seguía once contra once.

Sólo una llegada había tenido el equipo chileno en el primer tiempo y, en la primera que tuvo en el segundo, Luis Jiménez marcó la igualdad. Vojvoda metió mano al equipo pero estos no resultaron. El ingreso de Gonzalo Maroni hizo suponer que Talleres iba a generar juego ofensivo inteligente para llegar a la conversión, pero “gonchi” fue otro que no estuvo a la altura de las circunstancias, al igual que el árbitro.

El Matador pudo contener los contragolpes que siempre tomaron mal parado al equipo por la necesidad del gol, hasta el minuto 91, donde Jorquera puso el 2-1. Recién sobre el minuto final de juego, el juez uruguayo expulsó por doble amarilla a Fernandez y, Dayro Moreno, tuvo la posibilidad del empate para ir al alargue, pero el colombiano buscó por arriba de la barrera y la pelota se fue apenas alta.

Tristeza en la mitad de Córdoba, Talleres quedó eliminado. Sin embargo, queda la certeza futbolística de que el equipo va por el buen camino. Quizás, si en este partido de vuelta, hubiese tocado un árbitro comprometido con lo que se jugaba, el partido hubiese sido otro. Conmebol habla de cambios, importantes. Esperemos que uno de ellos sea la exigencia a los jueces internacionales porque, por lo que se ve hasta el momento, muchos de ellos dejan bastante que desear.