Ana fue abandonada por su padre biológico pero siempre supo que tenía un hermano. No lo conocía, no sabía nada de él y aunque intentó dejar que la vida siga, sin su contar con los miembros completos de su familia, la curiosidad pudo más.

Fue así que a sus 20 años le escribió a su padre por Facebook para de esta forma comenzar a establecer algún tipo de vínculo con su familia. Una vez que la historia de su vida se fue acomodando, conoció a su hermano Daniel quien en ese momento tenía 17 años.

Pasado algún tiempo, Ana y Daniel decidieron conocerse ya que su padre nunca los presentó. La relación al principio fue fraterna, hasta que los sentimientos cambiaron y se dieron cuenta de que estaban enamorados.

Tuvieron un noviazgo oculto que con el tiempo dio paso a una convivencia hasta que llegaron dos hijos. El caso de ambos esta revolucionado España y es objeto de numerosas críticas.

Ana se defiende: “Es curioso que la gente que te critica es la que no te conoce. Nadie nos ha venido a nosotros directamente a insultarnos. Pero hay personas que nos han escrito por redes diciéndonos que vamos a arder en el infierno”.

En tanto Daniel se lo toma más en tono de gracia comentando entre risas: “Cuando hemos ido a alguna comunión o algo a la iglesia siempre bromeamos con que vamos a salir ardiendo”.

El Código Civil de España prohíbe el matrimonio entre parientes directos, pese a que el incesto no está considerado delito desde el año 1978. La pareja desea que su historia sea reconocida y que su mensaje trascienda a la sociedad y tenga una mirada más benévola con la pareja ya que aseguran que “no le están haciendo daño a nadie porque simplemente se aman”.

Historia de desencuentros

Ana relató en una entrevista con El Español que publicó TN, que fue su propia madre quien le contó que su padre había formado otra familia y tenido otro hijo, lo cual despertó la curiosidad en ella “por si algún día se lo cruzaba en la calle”. Entonces decidió buscar a su papá en Facebook y de esta forma logró dar con su hermano, a quien agregó mediante un perfil falso en la red social.

En la misma línea, Daniel aseguró que le habían contado la misma historia, le dijeron que tenía una hermana por parte de su padre producto de un matrimonio anterior, pero él, a diferencia de Ana, nunca tuvo la intriga o la necesidad de conocerla, ya que tenía otros tres hermanos.

Fue Ana quien lo agregó primero a Facebook y empezaron las charlas. Luego ella le confesó quién era y quedaron en una cita para conocerse en persona. “Nos dimos un abrazo y nos dio por reírnos. Fue una situación muy rara. Fue un poco incómodo, ya que no sabíamos muy bien qué decir”, comentó Daniel.

Con el pasar de los meses y de que eran amigos, aunque explicaron que “nunca sintieron esa fraternidad de hermanos”. La amistad crecía cada vez más, los sentimientos cambiaron y en una fiesta se besaron.

La relación está consolidada hace 9 años y por eso reclaman poder casarse explicando que: “Las sociedades deben avanzar y no anclarse en tradicionalismos. A los homosexuales tampoco les dejaban casarse y ahora sí pueden. Nosotros nos amamos y eso es lo que debería prevalecer. No hacemos daño a nadie. Por eso queremos que la gente conozca nuestra historia de verdad”, contó Ana.