Después de tres años de investigación, la causa judicial por la comercialización de cannabis medicinal fue resuelta por la Justicia Federal dejando sin efecto las imputaciones de los ocho acusados. Entre ellos estaba la carlospacense Fernanda Moyano quien en diálogo con Carlos Paz Vivo! afirmó que tenía esperanzas de que este día llegara pronto.

Fernanda estuvo detenida 8 meses, de los cuales pasó 3 meses y medio en la cárcel de Bouwer. El 30 de agosto de 2017 su vida cambió para siempre cuando un fuerte operativo se montó en su casa y la llevaron detenida.

“Esta mañana estuve hablando con mi abogada de lo que están viviendo las presas en la cárcel de Bouwer en esta época de pandemia. Y cuando cortamos volvió a llamar de nuevo y me dijo que había sido sobreseída. Casi se me sale el corazón”, relató la mujer.

“No podía despegarme de Bouwer emocionalmente hasta que no fuera libre”, agregó.

Fernanda contó que se metió en el mundo del cannabis por una patología que sufre su hijo menor. “Me metí en el mundo del cannabis por mi hijo que tiene discapacidad visual. No encontraba soluciones en la medicina tradicional y me contacté con el doctor Carlos Laje y el tratamiento dio resultados maravillosos”, remarcó y añadió: “Mi hijo recuperó reflejos y cosas que no se podían explicar. El médico me repitió los estudios por el avance que había tenido”.

Con esos avances, Fernanda Moyano quiso compartir lo que le había pasado con otras personas, para ayudarlas a salir de distintas afecciones.

“El doctor Laje me propuso abrir aquí en Carlos Paz y le dije que sí y lo llevamos adelante con muchísimo amor”, dijo y apuntò: “Sin embargo, para la Justiica, era distribuidora de narcotráfico en Argentina”.

Cuando llegaron los policías a detenerla, fue un momento durísimo para la familia. “Fue una sorpresa, no esperábamos que nos detuvieran. Sabíamos que no era del todo legal pero ese mismo año se había hecho la ley de cannabis medicinal. El Estado estaba diciendo que el cannabis medicinal hacía bien y nos metían presos a nosotros. Eso tenía que ver con negociados con el aceite que ya estaban dándose”.

En Bower viví experiencias terribles

“Viví experiencias terribles en la cárcel”, expresó la mujer y añadió: “Perder la libertad es algo para lo que una no está preparada, la situación de encierro es tremenda. La vulneración de derechos que había hizo que me pusiera a acompañar a todas mis compañeras en esa lucha. He visto cosas terribles con la violencia institucional y la violencia que hay entre las presas”.

Fernanda se tatuó una frase cuando salió de la cárcel: “El amor vence al odio”, es el escrito que está en su cuerpo.