La Secretaría de Derechos Humanos, el Gobierno de la provincia de Córdoba, la municipalidad de Malagueño y el Archivo y la Comisión provincial de la Memoria, señalizaron hoy el sitio de memoria “La Perla Chica”, que funcionó como anexo del centro de detención, tortura y exterminio “La Perla” durante la última dictadura cívico-militar.

“Hemos trabajado mucho estos años para señalizar lugares que históricamente venían solicitándolo. A partir de hoy comienza una nueva etapa en Malagueño”, señaló Lorena Battistiol, directora Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, durante el acto, en el que además se recordó a Sonia Torres, la Abuela de Plaza de Mayo recientemente fallecida en la provincia.

Por su parte, el secretario Ejecutivo del Consejo Federal de Derechos Humanos, Agustín Di Toffino, instó a “mantener vivo el legado de los 30 mil (desaparecidos), y de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner para construir más democracia”.

Según testimonios obrantes en el Archivo Nacional de la Memoria, el Archivo Provincial de la Memoria y en la Justicia federal, en “Perla Chica permanecieron secuestrados y sometidos a torturas hombres y mujeres perseguidos por su militancia política, social y sindical”, informaron en un comunicado desde la Secretaria de Derechos Humanos

“Muchas de las víctimas fueron asesinadas o continúan desaparecidas”, agregaron.

La “Perla Chica” funcionó como anexo del centro clandestino de detención, tortura y exterminio “La Perla”.

Este lugar también desempeñó un rol central alojando transitoriamente a las personas que estaban en cautiverio en otros centros clandestinos de detención durante el Mundial de Fútbol de 1978, la visita de la Cruz Roja Internacional ese mismo año y la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1979.

Durante la dictadura, el lugar estuvo subordinado a la IV Brigada de Infantería Aerotransportada, bajo el control operacional del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, cuyo mando era ejercido por el genocida Luciano Benjamín Menéndez.

En 2016, en la denominada Megacausa La Perla, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Córdoba condenó por crímenes de lesa humanidad a muchos de los represores que actuaron en “La Perla”, “La Perla Chica” y “Campo de la Ribera”, entre otros lugares.

La señalización de los ex centros clandestinos de detención y de otros lugares donde sucedieron hechos emblemáticos durante el terrorismo de Estado, los hace “visibles” y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de “dar a conocer y condenar los delitos” allí cometidos, afirmaron.

A través de la Ley Nacional N° 26.691 y la Ley Provincial N° 9.286, la señalización de estos lugares como sitios de memoria “acompaña el juzgamiento de sus responsables” y “efectiviza el reconocimiento hacia las víctimas y sus familiares”, concluyeron.