El número de personas que cruzan a diario ilegalmente desde Estados Unidos para encontrar refugio en Canadá se disparó en las últimas semanas, al mismo tiempo que la Casa Blanca endurece sus políticas migratorias, informaron hoy la Policía y organizaciones civiles de Canadá. En las dos últimas semanas, el número de solicitantes de asilo en Canadá procedentes de Estados Unidos se triplicó, pasando a 150 personas desde 50 por día. Según la Policía canadiense y organizaciones civiles que trabajan con refugiados citadas por la agencia de noticias EFE, hasta 300 refugiados están llegando por día a la provincia de Quebec, uno de los principales puntos de entrada al país.

Como Canadá y Estados Unidos tienen un acuerdo por el que rechazan las peticiones de asilo hechas por personas que se encuentran en sus países, los individuos, muchos de ellos familias con niños y mujeres embarazadas, cruzan ilegalmente al país para ser detenidas y poder solicitar refugio.

La mayoría de ellos son haitianos que temen la expulsión de Estados Unidos, ante la intención del presidente, Donald Trump, de eliminar el permiso de residencia que el Estado otorga mientras se define el estatus de refugiado. Desde el terremoto que asoló Haití en 2010, Washington dio y procesa decenas de miles de pedidos de asilo. Por eso, si el proyecto de ley que Trump lanzó ayer se convierte en norma, alrededor de 60.000 haitianos serían expulsados del territorio estadounidense para enero de 2018.

En la primera mitad de este año, Quebec recibió 6.505 solicitantes de asilo, más de una tercera parte de todos los llegados al país en el mismo periodo.

De mantenerse el ritmo de las últimas horas, la provincia canadiense podría recibir en agosto próximo la misma cantidad de refugiados que llegaron en los últimos siete meses.

Ante la avalancha de refugiados, las autoridades canadienses, tanto federales como provinciales, informaron hoy que están preparadas para hacer frente a la nueva oleada.

“Tenemos una fuerte red pública y comunitaria, que es competente y experimentada para manejar este tipo de situación y que puede hacerse cargo de estas personas de forma digna y segura, a la vez que les proporcionan con los servicios que necesitan durante el proceso de petición de refugio”, afirmó la ministra de Inmigración de Quebec, Kathleen Weil, en conferencia de prensa.

Sin embargo, la explosión del número de recién llegados hizo colapsar los centros de recepción en Montreal, la mayor ciudad de Quebec y la segunda más poblada del país.

La urbe es, además, el principal centro de la comunidad haitiana en el país, con alrededor de 70.000 residentes, lo que explica que se haya convertido en el principal punto de llegada de refugiados.

Ante esta situación, las autoridades de Quebec decidieron hoy habilitar el Estadio Olímpico de la ciudad, sede de los Juegos Olímpicos de verano en 1976, como centro temporal de recepción.

Weil declaró que la principal preocupación de las autoridades es “aliviar” la situación de los refugiados.

“Estamos asegurándonos de que estas personas no estén nerviosas. Una cuarta parte son niños. Queremos asegurarnos de que las escuelas están preparadas para recibirlos. Queremos asegurarnos de que reciben atención sanitaria. Algunas de las mujeres están en avanzado estado de gestación”, explicó.

Por su parte, el gobierno canadiense está concentrando sus esfuerzos en tranquilizar a la población local.

La “principal prioridad del gobierno es la seguridad y salud de todos los canadienses. Todos los solicitantes de refugio están siendo sometidos a rigurosos chequeos que incluyen antecedentes penales tanto en Canadá como en el extranjero”, afirmó el diputado por Montreal del gobernante Partido Liberal, Marc Miller.