Se trata de una familia santafesina que llegó hace apenas diez días. Salieron al centro a despejarse y cuando llegaron se encontraron con toda la casa revuelta. Para ellos hay alguien que los entregó.

Un matrimonio y sus dos hijas de 8 y 12 años, llegaron el 5 de diciembre desde Santa Fe a vivir a Carlos Paz. Alquilaron una casa ubicada en calle La Rioja 53, y con la mudanza, también trajeron esperanzas de tener un cambio de vida, pero la inseguridad que reina en la ciudad, los sorprendió.

A los pocos días, cuando ni siquiera terminaron de acomodarse, les desvalijaron la casa, los ladrones comieron mientras robaban y se llevaron hasta la casita con las muñecas barbies.

Apostaron a Carlos Paz y decidieron mudarse buscando tranquilidad, mejoras económicas y para estar cerca de parte de su familia que ya vive en la ciudad.

“Conseguimos la casa en alquiler, la encontró mi mamá, nos pareció linda y un hermoso barrio. Remarcábamos esto de lo insegura que es Santa Fe (de donde vienen) en comparación a esto, y lo contento que estábamos de poder disfrutar de un patio porque antes vivíamos en un departamento”, señaló Paola, la mamá, quien es profesora y da clases de particular de Matemáticas y Física.

La familia destacó que nunca se imaginaron que les iba a ocurrir algo así, ya que ni en Santa Fe, “con la inseguridad que hay”, les había pasado.

“Estuvimos desde que llegamos siempre adentro. Las nenas aman Carlos Paz y ahora tienen miedo, nos dijeron que se quieren cambiar hasta de país. No queremos dejar nada abierto, ni abrir la puerta para que refresque”, relató la mujer.

Y dijo: “Te sentís totalmente desprotegido; nadie nos avisó que era una ciudad insegura, el dueño nos dijo que las rejas estaban de adorno porque no eran seguras. Sentimos que no nos dijeron la verdad, hay cosas que se saben en el barrio y la gente no lo dice”.

El hecho

Hace casi una semana, el matrimonio y sus dos hijas decidieron salir al centro para despejarse. Lo hicieron a las 22.30 y cuando regresaron, pasada poco más de una hora, se encontraron con todo revuelto.

Los delincuentes ingresaron por una ventana de la parte trasera de la casa, rompieron las rejas, un alambrado y hasta el vidrio.

Para Paola, hay alguien que los entregó, que estaba “viendo lo que hacíamos” y dijo que se llevaron hasta sus zapatillas ortopédicas.

Robaron todo lo que encontraron, “ropa, tecnología, alhajas, celulares, todos los cargadores que había en la casa, los rollers, juguetes, las barbies, hasta las casitas de muñecas, televisores, ropa blanca y de a poco seguimos dándonos cuenta más cosas que se llevaron. Hasta comieron una pizza, y mandarinas”. También se llevaron dinero, el que trajeron para mantenerse hasta que consigan trabajo.

Tras el robo, hicieron la denuncia, pero están muy defraudados ante la poca respuesta que les da la justicia y cómo procedieron. “La computadora tiene un rastreador y se activó en la estación YPF Mosconi cerca de la medianoche. Esos datos se brindaron a la Policía, pero no pasó nada, y ya pasó una semana”.

La mujer señaló que hasta el momento, lo único que les dice la Policía, es que están “esperando órdenes del fiscal, pero nosotros somos los que estamos buscando datos, preguntando a vecinos si escucharon algo. Les brindamos información, pero no hicieron nada”.

Por el momento, la familia dijo que se van a quedar en la vivienda que alquilaron, pero van a instalar sistema de inseguridad.