El gobernador Juan Schiaretti encabezó una jornada de trabajo con el intendente de Córdoba, Martín Llaryora, en la cual avanzar en el plan de saneamiento cloacal para la ciudad de Córdoba y en el traspaso del servicio de agua potable a la órbita municipal.

En materia de saneamiento, Schiaretti y Llaryora firmaron un convenio que contempla asistencia provincial para el mejoramiento de la capacidad de tratamiento de la planta de Bajo Grande. La medida abarca la realización de un relevamiento técnico en las instalaciones, obras de interconexión entre la planta en construcción con la infraestructura existente, así como la optimización de esta última.

Las autoridades, además, sellaron otro acuerdo que formaliza el traspaso del servicio de agua potable al municipio. La decisión busca dotar al gobierno municipal de herramientas de gestión que permitan una mejor planificación urbana y del uso del suelo.

De este modo, la ciudad capital tendrá ahora, como ocurre en otras jurisdicciones de la provincia, la gestión unificada de los sistemas de provisión de agua y de cloacas, lo que deberá redundar en una administración más eficaz del desarrollo urbano.

Schiaretti y Llaryora coincidieron en calificar como histórico al día de hoy. «No hay ciudad en el mundo donde el agua y las cloacas no dependan de la misma autoridad de aplicación», puntualizó el gobernador.

Schiaretti agregó que la decisión apunta a que la ciudad capital de un salto de calidad en materia de planificación urbana. «Esto no significa que la Provincia se desentiende ni que cambia el contrato de concesión. La Provincia seguirá haciendo las inversiones que fija ese contrato para garantizar, junto al municipio y bajo su dirección, las inversiones que hagan falta para que haya agua potable en la ciudad», aclaró.