Se trata de un nuevo aparato que combina tecnologías y permite obtener resultados de máxima precisión para la detección y tratamiento de numerosas patologías, en especial oncológicas.

Autoridades del Sanatorio Allende presentaron el nuevo dispositivo para realizar Tomografías por Emisión de Positrones (PET) de última generación que la firma incorporó a su equipamiento, una técnica de medicina nuclear permite estudiar diversos procesos biológicos, en su mayoría vinculados a enfermedades oncológicas, y que ha revolucionado el manejo de patologías con impacto directo en la toma de decisiones de los médicos tratantes y claros beneficios para los pacientes.

En la actualidad, todas las cámaras PET incluyen un tomógrafo computado (CT) acoplado, por lo que se trata de equipos híbridos PET-CT. Esta combinación de tecnologías permite obtener, en la misma sesión, un mapa metabólico de los segmentos corporales explorados y fusionarlo con los cortes correspondientes de tomografía computada, consiguiendo una altísima precisión para detectar alteraciones funcionales y morfológicas al mismo tiempo. Es por eso que muchos procedimientos quirúrgicos, esquemas de tratamientos con quimioterapia y radioterapia son modificados en función de los resultados obtenidos en PET-CT.

“La gente asocia PET con cáncer pero este equipo permite abordar muchas enfermedades. No es sólo el aparato lo que se incorpora, sino que se suma también una forma de trabajar coordinadamente entre todos para el abordaje integral del paciente”, dijo Bartolomé Tomás Allende, presidente del sanatorio.

Características del estudio PET-CT

Con excepción de mujeres embarazadas, cualquier persona puede realizarse este estudio. Las dosis de radiación utilizadas son similares a los de otros estudios de diagnóstico por imágenes con radiaciones ionizantes. El personal del servicio tiene entrenamiento específico para reducir la radiación recibida por el paciente y su eliminación por el organismo es muy rápida, ya que se trata de radioisótopos de vida media muy corta.

El estudio requiere una preparación sencilla (no realizar actividad física excesiva ni exponerse al frío el día previo y el día del estudio, buena hidratación y 6 horas de ayuno), con algunas condiciones particulares para pacientes diabéticos. El procedimiento consta de una etapa de 60 minutos de reposo, inyectándose a continuación el radiofármaco, y reposo de otros 60 minutos para permitir la distribución del material (en algunas situaciones el tiempo puede ser menor). A continuación, se realiza la adquisición de las imágenes que, dependiendo de la patología en estudio, puede tener una duración entre 10 y 25 minutos.

“Es un estudio bastante personalizado, ya que en función de la enfermedad que tenga el paciente y sus características se selecciona la molécula que se va a usar en el estudio, según lo que se busque detectar”, explicó el Jefe del Servicio de Imágenes Moleculares de Sanatorio Allende, Marcelo Clariá.

Para qué enfermedades se puede indicar PET-CT

Dentro de las indicaciones principales para las que este estudio resulta idóneo se encuentran las oncológicas (linfomas, tumores digestivos -esófago, estómago, colo-rectal-, tumores ORL, cáncer bronco-pulmonar, melanoma, mieloma múltiple, cáncer de mama, tumores ginecológicos, carcinomas tiroideos, tumores músculo-esqueléticos, tumores neuroendocrinos, cáncer de próstata) y las no oncológicas (neurología -demencias, epilepsia, parkinson-, vasculitis, fiebre de origen desconocido, infecciones).

Hay actualmente muchos radiofármacos en desarrollo (incluso varios ya de uso corriente en otros países y en espera de autorización en Argentina) que permitirán en un futuro cercano personalizar cada vez más el diagnóstico y las estrategias terapéuticas para cada paciente.

En línea con su compromiso de brindar acceso a excelencia en salud, el Sanatorio Allende dispone ahora de una técnica en pleno desarrollo que permite mejorar la precisión diagnóstica, evitar estudios innecesarios y procedimientos potencialmente riesgosos y mejorar la estrategia terapéutica, elementos fundamentales para una atención más personalizada y eficiente de los pacientes.

Farmacología

En la actualidad, los isótopos utilizados para estos estudios (denominados emisores de positrones) no son producidos en nuestra Provincia, por lo que deben ser enviados diariamente desde Buenos Aires. Estos isótopos marcan fármacos (constituyendo radiofármacos) que son los encargados de transportar a los emisores de positrones a los tejidos u órganos.

El radiofármaco más utilizado en la actualidad es un análogo de la glucosa llamado FDG, que se marca con un emisor de positrones (Fluor 18). Esto permite realizar un mapa de distribución corporal de la glucosa. Dado que la mayoría de los tumores malignos y sus metástasis consumen de manera aumentada la glucosa, la acumulación normal o anormal de este radiofármaco permite distinguir tejidos sanos de patológicos. A su vez, la fusión automática con Tomografía Computada provee información anatómica precisa de los hallazgos metabólicos. LA F18-FDG se utiliza principalmente para oncología, pero otras indicaciones menos frecuentes como enfermedades inflamatorias o infecciosas, o evaluación de algunas demencias y epilepsias, están creciendo en los últimos años.
Además de la F18-FDG se encuentran disponibles en nuestro país otros radiofármacos que permiten estudiar con precisión algunas patologías. Entre ellos se destacan la F18-Colina (para cáncer de próstata), la F18-DOPA (para enfermedad de Parkinson y tumores neuroendocrinos) y el F18-NaF (para patología ósea).