Desde hace varios meses el calvario se apoderó de sus noches, y cada día es un tormento que se acrecienta con la puesta del sol; porque lo que viven  Andrea y sus hijos, ha llegado al límite de poner en riesgo sus vidas.

Todo comenzó meses atrás, cuando por primera vez el fuego consumió pastizales y basura depositada en su terreno. Pero lo que en principio pareció ser un accidente, fue descartado al comprobar que las incineraciones comenzaron a aparecer cada vez con más frecuencia.

Calle México al 350 se convirtió en una visita casi permanente para efectivos policiales, Seguridad Urbana y Bomberos Voluntarios; porque además del fuego, el lanzamiento de piedras y tiros contra su propiedad se han vuelto moneda corriente.

La damnificada indicó que desde hace varias semanas viene realizando denuncias y reclamos ante los organismos correspondientes, pero sin embargo no ha tenido soluciones. Al contrario, días atrás sufrió un ingreso a su domicilio en el que le destrozaron sus pertenencias, y este miércoles por la noche, fue sorprendida cuando de repente, se vio cercada por el fuego en todo el contorno de su propiedad.

“Hace mucho comenzó esto. Con el primer incendio estuvimos 48 horas sin dormir, es imposible estar. Mis hijos lloraban, casi se asfixia mi perrita. Anoche prendieron fuego y ya no sé qué hacer. Tengo menores conmigo y me amenazan de muerte”, expresó.

Sobre los motivos por los cuales se ensañaron con ella, sostuvo que es porque la quieren sacar de su casa; y que si bien conoce a los autores, no puede hacer nada porque no ha logrado capturarlos en el momento preciso en que cometen tales delitos.

“Cada vez que pasa llega la Policía y Bomberos de Córdoba; pero levantan pruebas y se van. Sé quiénes son; el fiscal Marchetti sabe también, me dijeron que los adultos están presos pero quedan los menores”, aseguró la mujer. Y agregó: “Anduve dando vueltas por la Fiscalía y el Defensor del Pueblo, pero nadie me dio respuesta; el comisario tampoco. Pido que me den una solución, necesito una consigna policial permanente. No me voy a ir de mi casa porque la construí con mucho sacrificio. No sé porque hacen esto, a una vecina le hicieron lo mismo, nos quieren sacar del lugar, pero no lo van a lograr. Siento mucha rabio, no puedo estar tranquila en mi casa, y no se puede ni dormir. Me tienen que dar una solución”.