La víctima fue sometida en un templo umbanda que adoraba a San La Muerte en Villa San Antonio. (Foto:Policía de Seguridad Aeroportuaria).

La Justicia de Salta estableció una reparación económica de más de 12 millones de pesos para una mujer que fue explotada sexualmente durante casi cuatro años en un templo Umbanda que adoraba a San La Muerte.

Así lo dispuso el Tribunal Oral Federal N°2 de esa provincia, casi siete meses después del juicio que condenó a Jorge Soria Villalba y María Arroyo – “Pai” y “Mae” – a penas de 9 y 8 años y 2 meses de prisión por el delito de “trata de personas con fines de explotación sexual agravada por intimidación, por la vulnerabilidad de las víctimas, por su consumación y por ser los imputados ministros de un culto religioso, en concurso real con lesiones leves perpetradas contra dos víctimas”.

La víctima, una mujer en situación de vulnerabilidad que había decidido cerrar su negocio para dedicarse a la religión, fue explotada sexualmente y sometida a tratos denigrantes por parte de los ministros del templo, Villalba y Arroyo. Incluso, fue forzada a caminar sobre brasas calientes como parte de los ritos que la pareja practicaba.

El horror en carne propia

En los casos de trata y explotación, la sentencia condenatoria o decisión judicial equivalente deberá ordenar las restituciones económicas que correspondan a la víctima como medida destinada a reponer las cosas al estado anterior a la comisión del delito.

En otras palabras, según informó el Ministerio Público Fiscal en su portal www.fiscales.gob.ar, se llevó a cabo una estimación del daño sufrido por la víctima en los más de tres años que fue sometida en el templo umbanda y, en base a eso, se fijó “una reparación integral de 12.357.632 pesos”.

También calculó la dependencia económica de la víctima, quien había sido obligada a cerrar un negocio de ropalo que se había incorporado en aquel rubro por la suma de $905.850, en concepto de lucro cesante, calculado sobre la base de 44 meses.

Respecto a los daños a la imagen y a la honra de la víctima, indicó que tuvieron que ver con ataques al derecho a la intimidad y al honor que había sufrido, ya que la mujer quedó asociada al comercio sexual y quedó expuesta también parte de su vida privada.

“Su imagen fue mancillada, en razón de que había sido sometida incluso a tratos denigrantes”, dijo el titular de la Defensoría Pública de Víctimas, Nicolás Escandar, y recordó un episodio en que su defendida resultó con graves quemaduras en sus pies al ser obligada a caminar sobre brasas ardientes.

El defensor de la víctima señaló que otros miembros de culto la llamaron viuda negra, mechera, mentirosa, y que se difundió que ejercía la prostitución. Calculó esos daños en $400.000. Asimismo, estimó el daño al proyecto de vida, es decir, al rumbo o destino que la persona otorga a su vida en el ejercicio de su libertad individual.

Por último, explicó que el delito impactó la vida de la víctima, puesto que perdió a su pareja y el contacto con sus hijos. En tal sentido, el defensor estimó que tuvo un importante daño en este rubro, valorado en $1.946.000. Y, por último, con relación al daño moral, y basado en casos similares, el rubro fue estimado en 2.016.740 pesos.

Fuente: TN.com.ar