PhoTortul 2277
“Resaca de jalouin”
Costanera Illia – Villa Carlos Paz
31 de Octubre de 2021 – 9:11hs.
📷 Presentada por Aguirre 420.500

La madrugada se despereza por entre brumas densas que flotan pesadas sobre el espejo del San Roque.

Un ‘Pedro Picapiedras’ busca a su adorada ‘Vilma’ en la costanera de la Villa, por entre una multitud enfiestada sobre el asfalto, ayer caliente… y hoy fresco por el chubasco nocturno.

La ‘partuza’ del Halloween, cada vez más fuerte en nuestro ‘santoral pagano’, arrancó en algún sitio desconocido para mí (estoy fuera de órbita ya), pero tiene su continuidad callejera, colorida, clandestina, irreverente, aventurera, trapera, etílica, divertida… cumbianchera… a metros del Monumento al General Bustos, que mira desde su estampa de bronce, sin entender a este ‘cavernícola’ que recién termina de hacer ‘lo primero’, en el predio muerto del ACA, levantándose impunemente la mini falda de su sensual vestidito y embocando el chorrito por entre un hueco del alambrado.

Pobre General. Ni pestañear puede.

Hace como 190 años, un tal ‘Manco Paz’ lo revolcó en una batalla, allí abajo, donde ahora está este viejo y maltratado lago… y ahora esto.

Un alarido corta la niebla:
“iabadabaduuu”; lo lanzó, desaforado, el fiel amigo de Pablo Mármol, volviendo al grupete danzante. Momento inmortalizado con mi celu.

Click… click.

Suena música en la calle. Hacía allí vuelve Pedro. Creo que es un ‘Trap’… que sale meloso de la luneta de un auto de alta gama… cantado por un latino millonario con acento del ‘Puelto Lico’ .
Y todos allí lucen felices.

¿Vale envidiarlos?!?
No. No vale.

Además, yo tuve lo mío… en su momento… en otro siglo (qué duro suena esto).

También suena dura esa batería electrónica con solo 2 tonos… y que hace contornear caderas a todos… casi sin excepción. Todos bailan… ¿nadie toca?!?
Sí…sí… allá hay 2 que tocan. Y como se tocan.

Me consuelo pensando en otra música… ya casi antigua, con la que intenté sin pena ni gloria, mover mi esqueleto.

‘Ay, que buena está la Fiesta, mamá’; con la voz de un Puma.

‘Y vamos, subiendo la Cuesta, que arriba en mi calle comenzó la fiesta’; lanza un catalán protestón.

‘Que fantástica, fantástica esta fiesta… esta fiesta con amigos y sin fin’; canturrea una blonda italiana.

‘Fiesta, Fiesta, yo quiero más fiesta, quiero divertirme y olvidarlo todo’; entona un brazuca bien chébere.

Y podría seguir enumerando música fiestera, de esa que escandaliza al ‘señor cura en sus misas’… y a otros. ¿A mí?!?

Los miró bailar, beber… madrugar… chapar… y vuelvo la cara a la estatua de Bustos.
Debajo del General, un micro de larga distancia pone primera y separa a 66 padres madrugadores que quedan en tierra, de 33 niños que parten de viaje de estudios, por fin, a algún otro sitio fiestero como lo es nuestra Villa.

Felicidad infantil en ese bondi, enfieste juvenil en la calle costera, satisfacción mezclada con algunas lágrimas adultas en papis que saludan con las manos.

El Bondi va por la calle, pone segunda y encara hacia la pista de baile.
Veo un conflicto de intereses… más allá de que la alegría está arriba y abajo.

Una brujita de rigurosa pilcha negra, se desprende de la masa danzante y se enfrenta al micro con la misma intrepidez con la que aquel ‘chinito’ se le plantó al tanque de guerra en la mítica plaza de Tiananmen.

Contemplo el enfrentamiento con la mandíbula caída.
El choque es inminente si Dios así lo decide.
Marcha una alegría hacia la otra aunque, aunque la velocidad del colectivo es lenta, como lento es el contorneo de las caderas de esa hechicera erótica.

El Chófer es Dios. ¿O es Lucifer?!? Es el Juez en este conflicto de alegrías contrapuestas.
Decide frenar.
Decide bien.

La cortita y robusta brujita de medias caladas apoya su mano izquierda en la nariz del micro y la derecha la eleva al cielo.
Las caderas jamás dejaron de moverse.

El Chofer la mira.
Creo que la entiende.
Imagino que tiene la edad de su hija que está lejos… quizás… o durmiendo.
Diviso tras el parabrisas un diálogo mudo con su compañero de manejo, que tiene un mate en la mano y un termo bajo el brazo cruzado.
Sonríen.
Me da alivio eso.

La brujita baja serpenteante hasta casi el piso de la Illia… que ya dije que está frío tras 4 días tórridos, se eleva sensual… y se corre a un costado, satisfecha.

Se escuchan gritos en la pista, arriba del bondi intuyo que también.

El ritmo opa del trap rebota en el lago e invade todo.

El bondi pone primera otra vez y parte con su alegría a bordo.

Otra alegría se queda en la calle.

Y yo me pregunto… ¿La alegría es solo brasilera?!?

#Fiesta
#Halloween
#CostaneraIllia