Las personas que viven en la calle parecen invisibles al resto de la gente. Son muchos los que, apurados por llegar a casa, no prestan atención a la situación de los que están abandonados.

Si bien no hay cifras estimadas, desde el “Refugio Nocturno Cura Brochero” se advierte que la situación es mucho peor que la del año pasado, y cada vez llega más gente que busca abrigo en este sitio, único en el Valle de Punilla.

El refugio tiene una capacidad para 14 hombres y 6 mujeres y se puede ingresar a las 19.30 hasta las 7 del día siguiente. Otro de los servicios que se prestan es la cena diaria para unas 30 personas.

Alicia Barrigo, la encargada del Refugio, habló sobre la situación social que se vive y cómo eso se traslada al trabajo del lugar.

-¿Cómo funciona el refugio?

-El refugio está funcionando con bastante demanda sumado a la situación económica y social que estamos viviendo,  el tema del frío. La demanda se ha acrecentado.

-¿Cómo es la situación de los que se alojan?

– Cada caso es evaluado particularmente, de acuerdo al reglamento y modo de trabajo del Refugio. Inicialmente, son tres días y de acuerdo al acompañamiento que vamos haciendo de cada persona, se va extendiendo. Todo depende de la situación de cada persona y el esfuerzo de cada uno de ellos para conseguir trabajo, aunque Carlos Paz no es fácil hoy en día para eso. Tratamos de acompañar y no cerrar las puertas.

-¿Hay algún apoyo psicológico dentro del Refugio?

-Aquí todos trabajamos voluntariamente, no hay profesionales voluntarios en este momento que puedan estar brindando este servicio. Lo necesitaríamos y estamos trabajando en ese proyecto, de hecho trabajarlo de acuerdo a la necesidad que tenga cada persona para derivarlo para que vayan a hablar con las trabajadoras sociales de la Municipalidad o del hospital si es un caso de salud. Como voluntarios tratamos de poner el oído a las personas que ingresar o de apoyarlos con consejos que a lo mejor no nace de lo profesional pero si desde el corazón y de la buena voluntad para poder orientarlos.

-¿Cómo solventan los gastos?

-Desde la Municipalidad tenemos un subsidio de 18 mil pesos que en su mayoría esta destinado al alquiler (15 mil pesos) y gastos de servicios. El año pasado tuvimos una ayuda única que nos dio el Concejo de Representantes de 15 mil pesos, destinado a tareas del mantenimiento del edificio. Otro modo de ingreso es a través de los socios o colaboradores que son personas que están anotadas y todos los meses colaboran con lo que pueden. No quiero olvidarme de la recolección de cartones y papeles que es a lo que apuntamos como un modo genuino de ingreso de dinero.

-¿Se ha hecho costumbre de que muchos vecinos vengan a dejar cartones al refugio?

-Con la tarea de recolección de cartones y papel queremos cumplir doble función que es el cuidado del ambiente y por otro lado la recaudación del dinero para la institución. Estamos muy agradecidos con el vecino porque se ha hecho un hábito, una costumbre, y muchas instituciones lo recolectan. Somos muy agradecidos con la comunidad que colabora con nosotros, porque eso posibilita a que todo el refugio tenga las puertas abiertas hace más de 20 años.

-¿Realizan algún seguimiento de las personas que pasaron por este refugio?

-Esa es una de las ´patas´ que nos faltan, son algunas de nuestras falencias, que perdemos el contacto con las personas. Alguno vuelve cada tanto, se dan una vuelta, otros se han integrado como voluntarios, gente que viene a agradecer, pero no podemos lograr un seguimiento exacto.

En busca de trabajo

Tomás tiene 32 años y llegó al refugio el domingo 10 de junio desde Comodoro Rivadavia, Chubut. Su meta es conseguir trabajo para solventar sus gastos, y si fuera por elección, le gustaría trabajar en el área de atención al público, repositor o mozo.

 

¿Cómo llegaste a Carlos Paz?

-Vine a Carlos Paz en busca de trabajo. Conseguí trabajo limpiando vidrios en los semáforos. Si bien la gente te trata bien, la gente de municipalidad o policía te sacan porque no te permiten limpiar vidrios.

-¿Cuál es tu idea de ahora en adelante?

-Mi idea es conseguir un trabajo y poder pagarme un alquiler, una pieza o algo para poder realizarme.Mi familia quedo en el sur, y no tengo mucho trato con ellos allá, así que por lo general solo me llaman para ver como estoy. Tengo la primaria, el secundario y ejercí como soldador en un taller de chapa y pintura, después de realizar un curso.

-¿Cómo te sentís en el refugio?

-Realmente, las señoras tienen una atención espectacular, nos brindan ducha, cama, comida, nos levantan y ya tenemos el té y unos bizcochitos para comer. Se re portan.

-¿Te tocó dormir en la calle?

-Una noche dormí en la Terminal y fue una situación muy fea. Aparte del frío, no te dejan dormir allí ni para salir de paso, ni aun sabiendo que estamos bajo cero

-¿Cómo es el trato con tus compañeros?

-La verdad que nos llevamos muy bien porque no hay diferencia con ninguno, solo tratamos de sobrevivir y buscar un laburo, algo digno para sobrevivir y estar tranquilos, ya que en este lugar que estamos no podemos avanzar. Yo me siento re abajo estando el refugio pero por una situación mía, porque si no fuera por la señoras que nos atienden acá yo estaría en la terminal o dando vueltas por la calle.

-¿Sabés lo que vas a hacer cuando se termine tu estadía en el refugio?

-Sí, soy consciente y por eso estoy laburando y sacando unas monedas. Si bien no es mucho, pero lo poco que hago es para mí higiene o cosas personales. Yo solo quiero tener mi lugar como toda persona, así tenga que salir de abajo y de a poquito, pero quiero estar bien acá o donde decida establecerme.