Con tan solo 29 años de edad, Sam Bankman-Fried, es el joven más rico del mundo según la revista Forbes, con una fortuna que sobrepasa los 22.500 millones de dólares, lo suficiente para vivir el resto de su vida como le convenga y desee.

Sam creció en Estados Unidos entre libros y videojuegos, con dos padres abogados, y estudió Fïsica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, lo que le llevó a plantearse el querer ser profesor.

En 2017 y aunque no tenía mucha idea sobre las criptomonedas, después de descubrir que el valor en apenas unos meses ese año estaba pasando de los 2.500 a los 20.000 dólares, vio una oportunidad de negocio y es ahí cuando pensó en que podría comprar Bitcoins en EE.UU y venderlos en Japón por un 30% más.

Hoy es dueño de la empresa FTX que realiza millones de transacciones de criptomonedas por día. De acuerdo a su página web, gestiona “mil millones de dólares en activos digitales e intercambian entre $1 y $10 mil millones por día en miles de productos”.

En entrevista con Forbes, y por más que sea la razón que lo hizo rico, Sam Bankman-Fried, dijo que “hay un mundo amplio ahí fuera (…) pero no deberíamos pensar que las criptomonedas serán el terreno más fértil para trabajar para siempre”.

Si bien podría tener cualquier cosa que desee, por el momento lleva un nivel de vida despojado de lujos. Su meta es hacer una fortuna para luego donarla a obras de caridad -aunque a día de hoy ha donado solo un 1% de sus ganancias, que corresponden a unos 25 millones de dólares- y se basa en una filosofía de “ganar para dar”.