El 29 de diciembre de 2013, el siete veces campeón de la Fórmula 1 sufrió un grave accidente mientras esquiaba en Francia. Desde entonces, reina el misterio.

El 29 de diciembre de 2013 marcó un antes y un después en la vida de Michael Schumacher. El famoso piloto sufrió una caída mientras esquiaba en los Alpes franceses, dejándolo gravemente herido en la cabeza. A una década de este trágico suceso, el silencio que rodea su estado de salud genera preguntas sin respuesta y reflexiones sobre la evolución de un ícono.

Según informa la revista Gente, a pesar de la evidente necesidad de privacidad inicial, la familia Schumacher ha mantenido un enigmático hermetismo en torno a la salud del piloto. A lo largo de diez años, los detalles han sido escasos, limitándose a informar que el accidente ocurrió mientras esquiaba con su hijo Mick, entonces de 14 años. La caída sobre una roca cubierta de nieve resultó en una lesión cerebral traumática, dejando al casco fracturado y a Schumacher en estado crítico.

Tras el episodio fue trasladado al hospital de Albertville-Moutiers, donde fue diagnosticado con lesión cerebral traumática. Cuatro meses en coma inducido precedieron a los primeros signos de conciencia en abril de 2014.

A partir de entonces, su rehabilitación ha sido llevada a cabo en el centro hospitalario universitario del cantón de Vaud, localizado en Lausana, y en su hogar en Gland, Suiza. Un equipo de hasta 15 profesionales de la salud lo atiende las 24 horas del día, manteniendo un hermético silencio sobre su evolución.

La familia, junto con el círculo íntimo de Schumi, ha mantenido la discreción en medio de especulaciones y rumores. Solo el exjefe del equipo Ferrari, Jean Todt, ha dejado entrever que Schumacher ya no es el mismo que todo el mundo conoció, segun destaca el mencionado medio.

El neurólogo Tobias Bonhoeffer ha expresado los esfuerzos para estimular el cerebro de Schumacher con imágenes de F.1 y experiencias conectadas a su época en el automovilismo. Sin embargo, las dañadas células nerviosas en el cerebro y la médula espinal plantean límites a la recuperación. La incertidumbre sobre su capacidad de comunicarse o moverse persiste, dejando en el aire el futuro del legendario piloto.

En el documental de Netflix “Schumacher”, su esposa Corinna detalló la cotidianidad de la familia y los esfuerzos por brindarle apoyo a Michael. A pesar de las dificultades financieras iniciales, Corinna ha administrado la situación y adquirió una mansión en Mallorca en 2018.

El abogado de Schumacher, Felix Damm, ha explorado la posibilidad de informes finales sobre el estado de salud, pero la complejidad del caso sugiere la necesidad de actualizaciones constantes. Esta inseguridad legal, combinada con la evolución impredecible de Schumacher, mantiene a la familia sumida en la rutina y el silencio.

Solo Ralf Schumacher, hermano de Schumi, en una entrevista reciente con Bild, ha declarado su tristeza y reconocimiento de la pérdida, sugiriendo que tal vez Michael nunca se recupere por completo.

Luego de diez años del accidente que marcó la vida de Michael Schumacher, las incógnitas persisten, el silencio se vuelve más denso y la esperanza de una recuperación completa parece desvanecerse en la sombra de la incertidumbre.

 

Fuente y foto: Revista Gente