Se trata de Mauricio Cabanillas, de 33 años. Es el único país que le dio esperanza de detener la enfermedad que tiene y no terminar perdiendo por completo la visión. Necesita juntar 50 mil dólares para viajar.
El carlospacense Mauricio Cabanillas de 33 años, sufre de degeneración macular hereditaria y los médicos que consultó, le diagnosticaron que con el tiempo va a quedar ciego. Sin embargo, después de buscar y buscar, logró encontrar una clínica en China que realiza un tratamiento, con que se puede frenar el avance de la enfermedad.
“En el 2013 arranqué con problemas de la vista, no veía y nadie sabia decirme que tenía, hasta que un médico de Córdoba dio con el diagnostico”, comentó Mauricio.
Indicó que la enfermedad fue avanzando cada vez más hasta el año pasado que tuvo que dejar de trabajar. “Estaba 12 horas manejando para un correo privado, cosa que ya no puedo hacer. Además el año pasado me separé y todo influyó, el estrés ayuda a que avance”.
Luego del diagnostico, recorrió incansablemente distintas Provincias del país buscando un tratamiento, pero lamentablemente en Argentina, no hay, “nadie me dio esperanzas y me dijeron que paulatinamente iba a quedar ciego, y es lo que está pasando”.
Finalmente, Mauricio se contactó con otro joven que encontró un tratamiento en China y está a punto de iniciarlo. “Me contacté con su familia, me dieron información del médico, así que le consulté y me pidieron que les enviara todos los estudios vía mail. Luego de un tiempo me contestaron que calificaba para hacerlo”.
Según contó, “es una intervención y seis inyecciones de células madres, que supuestamente van a regenerar los tejidos dañados y detener la enfermedad para que no siga avanzando. Ellos dicen que posiblemente podría recuperar algo de la vista”.
Actualmente, del ojo derecho “veo muy poco, el sol me deja prácticamente ciego y de noche veo mejor”, mientras que en el del lado izquierdo, tiene mejor visión. Como consecuencia, no puede leer ni escribir, ni estar frente a una computadora y eso le dificulta poder conseguir un trabajo.
China
Desde la clínica, que está ubicada en Beijing, capital de China, le programaron la intervención para abril del 2022. Luego de pasar por eso, deberá estar 15 días en ese país.
“Me tengo que quedar en la misma clínica, porque ahí mismo está el alojamiento y además, porque tendría un seguimiento de 24 horas. Después continuaría con la rehabilitación en Argentina. Si o si tengo que viajar con un acompañante”, comentó el joven.
Todo el tratamiento, más los vuelos a China, tiene un costo de 50 mil dólares.
Por ese motivo, junto a sus familiares y amigos, arrancó una campaña solidaria para poder hacerse el tratamiento. “Tengo el presupuesto de la clínica para que el que quiera lo pueda ver”, subrayó.
El joven tiene muchas esperanzas de poder viajar y contó que tiene un hijo de 8 años, y “todo lo hago por él. Quiero verlo crecer”.
Para ayudar a Mauricio, ingresar al siguiente link. (Instagram @porlosojosdemauri)





