Una de las grandes problemáticas que afronta la ciudad de Venecia con la afluencia de turismo es la contaminación. No son pocas las circunstancias en que el agua se torna de colores poco deseables y un olor nauseabundo recorre los sitios públicos.

Sin embargo, el lado B de la cuarentena del CoronaVirus, ha hecho revivir los canales. Sin turismo y sin contaminación, el agua de a poco se fue volviendo cristalina y los peces arriban desde el mar, andando a sus anchas.