El anuncio de la quita transitoria de retenciones a las exportaciones de granos, que en menos de 72 horas agotó el cupo de 7.000 millones de dólares, generó fuertes cuestionamientos desde el sector agropecuario y obligó al Gobierno a salir a dar explicaciones.

El titular de la Agencia de Recaudación y Control Agropecuario (ARCA), Juan Pazo, defendió la medida y aseguró que no hubo filtraciones que beneficiaran a las cerealeras. “Cuando tomamos una medida, no la sabe nadie. Las empresas exportadoras no tienen el volumen declarado para vender y van a tener que comprar alrededor de 4.000 millones de dólares en los próximos 90 días a los productores”, afirmó en el canal de streaming oficialista Carajo.

El asesor del Ministerio de Economía, Felipe Núñez, reforzó la postura oficial y negó cualquier connivencia con los grandes exportadores. “No hay ninguna complicidad. Nadie sabía de la medida, lo sabíamos unos pocos, y como siempre en este equipo económico no hacemos offs. Lo mismo pasó con el cepo”, sostuvo.

Críticas del sector agropecuario

Desde las entidades rurales, en cambio, apuntaron contra la concentración del beneficio en manos de unas pocas empresas. “Queremos ver si realmente el productor pudo aprovechar este beneficio. ¿Cómo puede ser que en tan poco tiempo se hayan emitido tantas declaraciones juradas por semejante monto?”, cuestionó el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino.

Andrea Sarnari, de Federación Agraria, advirtió que “al productor pequeño y mediano no lo benefició, ni siquiera cerca le pasó de la tranquera”, mientras que Carlos Castagnani, de CRA, remarcó que “el grueso de los productores no accedió de manera directa a la rebaja de retenciones”.

El diputado nacional Rodrigo De Loredo también se sumó a las críticas y denunció que las cerealeras inscribieron operaciones sin contar con los granos, lo que calificó como una práctica especulativa. Reclamó la aplicación de la ley 26.351, que obliga a demostrar la tenencia de la mercadería antes de declararla para la exportación.

Lo que dejó el fin de las retenciones

Según datos oficiales, siete empresas concentraron el 86 % de las declaraciones juradas en los tres días que duró la medida. La situación reavivó las tensiones entre productores y exportadores, y encendió el reclamo de mayor control sobre el sistema.

La decisión del Gobierno buscaba generar una oferta inmediata de divisas y descomprimir la presión cambiaria. El beneficio fue anunciado un lunes y se agotó el miércoles, pese a que estaba previsto hasta el 31 de octubre o hasta cubrir el cupo de 7.000 millones de dólares.

Si bien el esquema de retenciones cero para granos se cerró, el Ministerio de Economía recordó que se mantiene para carnes avícolas y bovinas hasta fin de octubre, sin cupo.