Apenas 15 años y una mochila cargada de sueños. Cliver Huamán, polifacético relator de origen andahuaylino, protagonizó una historia que ya recorre América.
Tras viajar más de 18 horas desde su Andahuaylas natal hasta Lima con el objetivo de cubrir la final de la Copa Libertadores 2025 entre Flamengo y Palmeiras, se topó con un obstáculo: por ser menor de edad, no obtuvo acreditación y no pudo ingresar al estadio.
Pero lo que podía haber sido un revés lo convirtió en una hazaña. Junto a su hermano y armado con su celular, un trípode y un aro de luz —nada más— se instaló en un cerro cercano al estadio (el “Cerro Puruchuco” / “cerro lindero al Monumental”), un punto estratégico desde donde podía ver el campo y captar el ambiente. Allí narró el partido en vivo desde sus redes sociales.
Una transmisión desde las alturas y una viralización instantánea
La transmisión de Pol Deportes alcanzó picos de miles de espectadores conectados simultáneamente; sus videos superaron el millón de reproducciones.
Con su relato apasionado, espontáneo y auténtico, logró lo que pocos: transmitir “la sensación del partido” desde afuera —el ruido, la emoción, la tensión–, acercando la final a quienes no pudieron acceder al estadio o no contaban con canales de streaming.
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Además, su historia llamó la atención no solo en Perú: medios internacionales replicaron su hazaña y muchos lo celebraron como símbolo de creatividad, perseverancia y amor por el fútbol.
Fuentes: El Gráfico, El Comercio.





