El “Pocketing” es un término acuñado en los últimos años para hacer referencia a un tipo de vínculo que no resulta agradable para uno de los integrantes.

La característica más sobresaliente de este tipo de relación de pareja es que una de las partes siente que es ocultada en el círculo íntimo de la otra persona, o bien que es sistemáticamente postergada y desestimada en las reuniones y eventos que se producen en el ámbito público.

 

El “pocketing”, deriva de la palabra inglesa pocket (bolsillo), y remite a las parejas en las que una de las dos partes decide,consciente o inconscientemente, ocultar la existencia de ese vínculo tanto dentro del círculo íntimo (amigos, familia), como así también en las redes sociales y vía pública.

 

Tomando como parámetro la etapa en la que se encuentra cada pareja y la cantidad de ocasiones en que esta actitud se repite, esta actitud puede comenzar a afectar la salud mental de la persona que es objeto de este accionar. Puede ocurrir en cualquier momento del vínculo de pareja y desencadenarse de forma sutil, pero también puede ser progresiva.

 

Como son los vínculos donde existe pocketing

 

La psicóloga española Verónica Vivero, explica que el “pocketing” responde a una tendencia en citas o relaciones sentimentales que siempre ha existido. Considera, también,  que se cree que es algo bastante novedoso en las relaciones de pareja donde existe compromiso explícito.

 

En tanto, el psicólogo Alberto Álamo detalla que existen muchos motivos posibles para hacer “pocketing”, y no todos están directamente relacionados con la necesidad consciente de ocultar la existencia de una pareja con el fin de seguir “estando disponible” para nuevas relaciones, por ejemplo en las redes sociales.

 

El profesional destaca que muchas veces intervienen variables culturales o religiosas, experiencias traumáticas anteriores con otras parejas, el temor a formalizar y miedo a que el vínculo se desvanezca, temor al fracaso y las dudas acerca del futuro, especialmente cuando se ha vivido una ruptura reciente.

 

En un análisis que el escritor y sociólogo Zygmunt Bauman habló sobre el “Amor líquido” y analizó el concepto que tiene profunda relación con el fenómeno del pocketing. El autor habla del amor en términos amplios.

Incluye los vínculos de pareja (sin reducirse exclusivamente a ellos) en el marco de las sociedades cada vez más globalizadas y deshumanizadas.

Puntualmente, en lo que se refiere a los vínculos sexo-afectivos, Bauman los identifica como cada vez más fugaces, que responden a la necesidad de satisfacer el deseo momentáneo y pueden romperse en cualquier momento.

El compromiso, que podría ser visto como lo duradero, lo sólido, en este sentido, queda en el terreno de lo que se busca evitar.

 

Las señales del pocketing pueden ser: Nunca quiere hacer planes con gente o en lugares donde pueden encontrarse con personas conocidas.  Busca excusas para presentarte a su círculo social íntimo. Intenta evitar subir contenido en el que aparecen juntos en las redes sociales. Si se encuentran con algún conocido de casualidad, no te presenta como su pareja. Evita hablar de vos con familiares o amigos.

Entre los artículos que estudian el fenómeno, existe coincidencia en las causas que lo pueden desencadenar: Mantiene otra relación o relaciones de manera paralela. No quiere tener que dar explicaciones a su entorno. Intenta evitar el compromiso por miedo al fracaso. Sufre presiones familiares, culturales o sociales ante esa relación que mantiene en anonimato. No quiere que su ex se entere de que está con otra persona.

Malestar en las personas que sufren este fenómeno

En las victimas, se encuentra el sentimiento de no sentirse merecedora de amor y que es muy probable que haya algo malo en ella o él, y por eso la oculta.

Otra sensación es la ansiedad, la inseguridad, los celos y la desconfianza. Cuando esto avanza, muchas veces puede sufrir depresión y baja autoestima por sentir el rechazo y la exclusión.

 

Que sienten las personas que ejercen pocketing

Estrés, ansiedad y el miedo por ser descubierta o por tener que enfrentarse a su entorno y brindar explicaciones para las que no estaban preparadas.

Como consecuencia de esto, en dichas personas surge un miedo muchas veces paralizante por sentir que se están arriesgando a perder esa relación por cobardía y por no valorarla como merece.

 

Fuente: Mendoza Post