Lucas Suárez tenía 28 años y desde hacía cinco se encontraba en Brasil, viviendo como malabarista y recorriendo el país carioca como mochilero. Se fue de Villa Carlos Paz a los 18 años y vivió primero recorriendo Chile pero desde el 2020 viajaba por Brasil.

Los últimos días estaba ubicado en una localidad cercana a Río de Janeiro pero una dolencia llevó a que el Consulado se pusiera en contacto con su madre, Valeria Suárez, aquí en Villa Carlos Paz para informarle que el joven había sido internado en un hospital local.

Estaban avanzados los trámites para que el fin de semana fuese trasladado del hospital a Carlos Paz para continuar su recuperación, pero repentinamente Lucas falleció.

“Desde el jueves que no dormimos”, expresó Valeria en diálogo con los medios. Según contó, su hijo fue internado luego de sentirse muy descompuesto, con un fuerte dolor abdominal. La última comunicación que tuvo con él fue a través de una videollamada, donde lo notó muy débil y sin fuerzas. Poco después, recibió la noticia más temida: Lucas había fallecido de manera repentina mientras era trasladado dentro del hospital para realizarse estudios. “Intentaron reanimarlo, pero no pudieron”, relató conmovida.

El problema de la repatriación

La situación se volvió aún más compleja porque, aunque el Consulado argentino había intervenido para gestionar su regreso cuando Lucas aún estaba con vida, tras su muerte las posibilidades de traslado se redujeron drásticamente. “Estando vivo podían traerlo, pero muerto no, por alguna ley. No entiendo por qué, pero así me lo explicaron”, lamentó su madre.

El primer presupuesto que recibieron para la repatriación del cuerpo fue de 10 millones de pesos, cifra que generó dudas en la familia por considerarla excesiva. Luego, otro presupuesto redujo ese monto a unos 6 millones, aunque igualmente difícil de afrontar para una familia que atraviesa una situación económica delicada. De hecho, Valeria sufrió recientemente un accidente y está viviendo temporalmente en la casa de su cuñada.

“Lucas era mi primer hijo, tengo cinco hijos, pero él fue el primero. Hace 10 años que se fue y cinco que estaba en Brasil. Volvía de vez en cuando, pero esta vez no pudo”, expresó con dolor. Contó además que si bien la cremación en Brasil sería apenas un poco más barata, su deseo es poder despedirse de él y darle un último abrazo.

Gracias a la colaboración de medios locales y de muchos vecinos y vecinas solidarias, ya han conseguido reunir una parte importante del dinero necesario. “Nos faltarían poco más de 3 millones más”, explicó Valeria, quien abrió una cuenta para quienes puedan colaborar.

Cómo ayudar

Alias para donaciones: RedonditoMiMundo
Titular: Valeria Soledad Suárez

La familia también aguarda los resultados de la autopsia que se le practicó a Lucas. Hasta el momento, no tienen una respuesta certera sobre las causas de su muerte. “Era un chico sano, nunca tuvo problemas de corazón. Todo es muy raro”, dijo Valeria, quien hoy solo espera poder tener a su hijo de regreso para despedirlo en Villa Carlos Paz.