Por más que lo sigamos contaminando día a día el lago San Roque sigue siendo un imán para los que buscan pasar un momento en contacto con la naturaleza. Sean vecinos de Carlos Paz o la región, turistas o pescadores que vienen a probar suerte con sus cañas a las costas del embalse.

Este sábado, en la Playa Perelli, familias enteras tiraban sus líneas al lago en buscas de carpas y pejerreyes.

Cuando tiene un tiempo libre, Luis se viene desde Toledo para darle rienda suelta a su pasión por la pesca. Este sábado tuvo suerte y pescó una carpa que pesó más de cuatro kilos y medio. Y como siempre, la devolvió al agua después de sacar una foto para compadrear con su familia y amigos.

“Tengo muchos amigos de Carlos Paz, tengo un grupo de pescadores que la mayoría es de acá. Pesco y devuelvo porque lo hago por deporte”, expresó Luis. Y apuntó que cada vez más hay más fanáticos por la pesca.

“Es lindo pescar y dejar la carpa en el lago para que vuelva”, señaló y se quejó por las matanzas que suelen darse en épocas de deshove. “El equipo se compra con mucho esfuerzo y día día intentamos mejorar”, sostuvo.

Matrimonio y algo más

Son muchas las parejas que buscan actividades que les permitan disfrutar por igual a los dos miembros, y la pesca es una de ellas.

A la vera del San Roque, una mujer lucha con una carpa que no quiere salir del lago. Su marido le ayuda y entre ambos logran su cometido.

“Siempre lo vine a acompañar y después empecé”; cuenta Celeste Roldán mientras Gabriel Ochoa, su pareja, le saca una foto.

Luego de la foto, también devuelven el ejemplar al lago.

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