El pasado fin de semana miles de personas acamparon en la montaña para vivir una parte del tramo del Rally Mundial, que, además de la diversión, el disfrute con amigos, el asado y el fernet, dejó la montaña plagada de residuos.

Un grupo de jóvenes que practica High Line, un deporte extremo que se realiza en la montaña, se dedicó a recolectar gran parte de la basura que quedó abandonada en la zona de Copina. Los chicos estuvieron tres días juntando sillas, colchones inflables, botellas, plásticos, entre otras cosas, a cambio de dejar el lugar donde conviven en buen estado.

Separaron vidrios y botellas para reciclar y al resto lo bajaron en camionetas o lo colocaron en el camino para su pronta y esperada recolección.

Federico Zurcher, uno de los deportistas, contó: “El camino tiene 17 kilómetros y es mucha la cantidad de basura que hay y que se viene acumulando desde hace 39 años de lo que viene pasando el Rally en Córdoba”.

Y agregó: “Explorando por el monte, encontramos basura que nos preguntamos cómo llegaba hasta ahí y que año tras año, se va acumulando y no se degrada”.

Impacto ambiental

“Es un gran impacto ambiental lo que se genera en una reserva hídrica de agua potable como es Copina. Ustedes pueden observar que el río ha cambiado de color, el agua que era potable ya no es más potable”, agregó.

Federico espera que los organizadores del Rally Mundial se hagan cargo de remediar este problema ambiental que se genera año tras año en un entorno natural muy delicado como lo es la montaña.

“La gente no tiene conciencia de cómo ir a la montaña. Falta cartelería, informes, cestos de residuos. Hay una gran falta de cultura y respeto del medio ambiente”, denunció.

“Nos llama mucho la atención y nos causa mucha tristeza como un evento de cierta magnitud que se viene realizando hace 39 años no pudo resolver el tema más importante que es la contaminación”, concluyó.