La Fiscalía a cargo de José Mana investiga una presunta red delictiva que habría sido coordinada desde el interior del penal de Bouwer. La punta del iceberg fue una denuncia anónima que alertó sobre el uso de teléfonos para organizar ilícitos, lo que derivó en un megaoperativo en uno de los pabellones.

El procedimiento, ejecutado por la Dirección de Coordinación de Brigadas Civiles y la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), culminó con el secuestro de 39 teléfonos celulares, 17 chips, armas blancas y dosis de estupefacientes. Además, se incautaron cargadores, baterías y otros componentes electrónicos.

Ahora, el foco de la investigación está en analizar los dispositivos para determinar el alcance de las maniobras, identificar posibles cómplices en el exterior y establecer cómo ingresaron los elementos prohibidos al complejo carcelario.

Con información de Eldoce.tv.