La comuna de Colonia Caroya, provincia de Córdoba, dio un paso importante en la protección de sus residentes mediante la aprobación de una normativa que busca prevenir accidentes relacionados con el monóxido de carbono. A partir de ahora, todas las edificaciones nuevas deberán contar con detectores de este gas para poder obtener el certificado de final de obra.
La iniciativa, que fue impulsada con mayor rapidez en el Concejo Deliberante debido a las recientes bajas temperaturas provocadas por la ola polar, busca reducir riesgos y concientizar sobre un peligro silencioso y potencialmente mortal.
El monóxido de carbono, conocido como un “asesino invisible”, es un gas que puede producirse por el uso de calefactores y otros aparatos de combustión mal ventilados. Los detectores, que son accesorios económicos y fáciles de instalar, tienen un costo aproximado de 10 mil pesos en su versión homologada.
Estos dispositivos se colocan en habitaciones con calefacción y alertan mediante una alarma ante la presencia de gases nocivos.
La medida se implementa tras detectar la ocurrencia de incidentes graves en el país y, específicamente, en Colonia Caroya en los últimos meses: en julio de 2024, una vivienda sufrió un incendio por una salamandra, y en junio, otro domicilio fue afectado por un caloventor. Afortunadamente, en ambos casos, no se registraron víctimas fatales.
Con información de La Voz del Interior.





