Las sesiones del Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz se han transformado en el verdadero campo de batalla en la guerra entablada entre dos bandos bien diferenciados.

El avilesismo, por un lado, tiene como aliado inseparable al edil del PRO, Marcelo Cuevas y, en ocasiones, a la concejala de Unión por Córdoba, María Laura Orce.

La oposición se encolumna detrás del expresidente del Concejo, Walter Gispert, con los ediles afines al Frente Cívico y la concejala radical Natalia Lenci.

Cualquier tema, incluso uno tan sensible como la pelea contra el cáncer, puede suscitar rencillas que derivan en campañas que utilizan las redes sociales como escenario y el enfoque de los medios de comunicación de trasfondo.

En el fondo, lo que subyace a la persistente pelea son las réplicas tardías pero constantes del cisma en la alianza que gobierna la ciudad (Carlos Paz Unido) desde 2011 tras la figura del intendente Esteban Avilés.

Cada tema que se presenta para la discusión es tomado por unos o por otros, como un elemento para marcar diferencias y utilizarlo después en el terreno mediático. La representación de una alianza, un matrimonio, que se separó en malos términos en 2015 y que tiñó de claroscuros la política carlospacense de los últimos tres años.

Con el barco a meses de cambiar de capitán, la tripulación política, en las que están unos y otros, busca de manera desesperada aferrarse a la cuota de poder que aún ostentan para permanecer en pie, lejos de una amenaza de naufragio.

2019 está muy cerca y la carrera ya comenzó aunque lejos de los ciudadanos comunes y más cerca de los círculos de poder de cada partido, alianza o estructura.