El jugador serbio, modelo de basquetbolísta de elite FIBA por sus condiciones completas, se llevó el galardón individual más importante pese a haber sido eliminado en primera ronda de playoffs.

Jokic, de 27 años y 2.11 metros de altura, es el segundo pívot en la historia de la NBA en repetir el premio a jugador más valioso de la temporada luego de Moses Malone (1983-84).

El compañero de Campazzo en los Denver Nuggets es uno de los jugadores que mayor transformación hizo desde su llegada a la liga en 2014, elegido por la franquicia de Colorado.

Adicto a la Coca Cola y a la comida chatarra, cambió rotundamente su postura y en base a entrenamiento físico puntual más sus fundamentos “de escuela FIBA”, lo llevaron a conseguir por segunda año consecutivo el MVP de la temporada.