El empresario Ariel García Furfaro, dueño de los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A., fue detenido en las últimas horas por orden del juez federal Ernesto Kreplak, en el marco de la causa que investiga al menos 96 muertes vinculadas con el consumo de fentanilo contaminado. El operativo, realizado de manera conjunta por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Gendarmería Nacional, incluyó también la captura de sus hermanos Diego y Damián, de su madre Nilda Furfaro —vicepresidenta de HLB Pharma— y de los principales responsables técnicos y directivos de las compañías, entre ellos Javier Tchukran, Carolina Ansaldi, Víctor Boccaccio y José Antonio Maiorano.

La decisión judicial respondió a un pedido de los fiscales federales María Laura Roteta y Diego Iglesias, titular de la PROCUNAR, quienes consideraron que el caso debía encuadrarse como un episodio de “criminalidad compleja” al involucrar a un conglomerado empresarial con fallas graves en los procesos de producción. La investigación se centra en los lotes 31.202 y 31.244 de fentanilo, elaborados a fines de 2024, que presentaron “desvíos de calidad” y que habrían sido distribuidos en varias provincias del país antes de que se ordenara su retiro.

Un informe del Cuerpo Médico Forense fue determinante en la decisión de avanzar con las detenciones: en doce de las veinte historias clínicas analizadas se detectó un “nexo concausal” entre el suministro del fármaco adulterado y la muerte de los pacientes. En las ampollas secuestradas y en los cuerpos de varios de los fallecidos se encontraron bacterias multirresistentes como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, lo que confirmó la hipótesis de una contaminación bacteriana mortal.

Con info de Clarín, NA y La Nación.

Foto: Clarín