En el complejo City Center de barrio 17 de agosto de Rosario, este jueves, Messi y familia hicieron una megafiesta para celebrar el triunfo de Argentina en Qatar para sus amigos y colegas campeones, amigos y familiares.
Pasadas las 19.30 hs, los invitados a la fiesta fueron llegando e ingresaron por la calle Moreno en medio de un intenso operativo que incluyó vallado, personal de seguridad del casino (vestidos con remeras con la leyenda “campeones del mundo” y las tres estrellas) y al menos siete policías que intentaban mantener abierto un “pasillo” entre los hinchas y curiosos que se apostaron en la entrada, según contó La Capital.
Un integrante de la logística del evento aseguró que “la fiesta es meramente familiar del entorno de Lionel Messi. Hay tres grupos musicales: Los Palmeras, La Mosca y La K’onga. También en el listado hay varios jugadores y amigos que vienen a cerrar el año con el campeón del mundo”.
Así es como el reconocido grupo de cuarteto cordobés, fue elegido por el astro para animar la fiesta.
Con la llegada de Leo, más de mil personas esperaban ansiosas con cánticos alusivos para los campeones del mundo. Chicos acompañados por sus padres con la camiseta de la selección le pusieron el color a una tarde noche atípica en el barrio.
Fiestón
La familia de Antonela Roccuzzo, al igual que la de Ángel Di María, llegaron pasadas las 14 y están alojados en instalaciones del casino.
Seis aviones privados llegaron al aeropuerto Islas Malvinas, de Fisherton, con varios invitados. Algunos de ellos: se hablaba de Marcelo Tinelli, el Kun Aguero, Claudio “Chiqui” Tapia y Leandro Paredes.
Con el correr de las horas, las inmediaciones del casino comenzaron a ser invadidas por personas que no quieren dejar pasar la chance de ver a Leo. De a poco fueron aparecieron una gran cantidad de camisetas de Argentina con el 10 en la espalda. También querían ver a los invitados.
Uno de los “adelantados” fue Maxi Rodríguez, que arribó minutos antes de las 21 y fue abordado tanto por los movileros de canales y radios apostados en el lugar como por los hinchas que lograron su primera “captura”.
Apenas pasadas las 21.15, una camioneta intentó “separar las aguas” para la llegada del auto de Messi, pero fue imposible: cientos de hinchas se abalanzaron sobre el vehículo y le impidieron el paso. Leo se mostró tranquilo y paciente al volante, con una sonriente Antonela en el asiento del acompañante y los chicos en el asiento trasero.
“Dale campeón, dale campeón”, le cantaron, mientras el auto se desplazaba a paso de hombre y por momentos quedaba detenido.
Minutos más tarde llegó Fideo Di María, ya con el camino más despejado después del ingreso de Leo.
Fuente: La Capital.