Mucho se habló de la sequía que afecta todavía a Carlos Paz y la región. Y más allá de que las lluvias calmaron la situación de las alertas para el consumo de agua potable en el sur de Punilla, el lago todavía muestra que todavía falta bastante para llegar a niveles aceptables. Sin embargo la comparación con el 2022 demuestra que el año pasado estaba aún más bajo.
Las lluvias se atrasaron casi por 100 días y el nivel del embalse no se vio tan afectado como el de los ríos que lo alimentan.
En comparación, las mediciones de noviembre de este 2023 lo presentan con un metro más de altura que el que mostraba en la misma fecha en el año pasado.
El 11 de diciembre de 2022, marcaba 28.85 mientras que en su medición de este lunes se lo ve en 29.79 metros.
Los especialistas en la materia plantearon que durante 2023 hubo un manejo adecuado del nivel del embalse que consiguió operar la cantidad de agua para que llegue a la época de sequía en mejores condiciones.
Eso no se nota tanto en la desembocadura de los ríos San Antonio y Cosquín, que son los que sí bajaron mucho su caudal durante la época de lluvias escasas.
