La mediática disputa entre Luciana Salazar y Martín Redrado escaló a un nuevo nivel judicial. Tras las públicas acusaciones de Salazar en el Día del Padre, donde señaló al economista por no asumir su rol paternal y ejercer “violencia psicológica”, Redrado ha decidido intensificar su defensa legal.
Cabe recordar que Salazar había afirmado que su hija Matilda llegó al mundo “porque ambos lo hicieron posible”, y presentó documentos que, según ella, vinculaban a Redrado con la consulta de gestación subrogada. Por su parte, Redrado ha negado categóricamente ser el padre de Matilda y, por ende, deudor alimentario, insistiendo en que Salazar miente.
Este martes, en el programa SQP, la panelista Yanina Latorre reveló que los eventos del domingo pasado llevaron a Redrado a un punto de quiebre. “Se hartó”, y “se pudrió de la extorsión y va por todo” por parte de su expareja, aseguró Latorre.
En consecuencia, el economista sumó una nueva carátula de extorsión a la disputa legal y reforzó su equipo de abogados con la incorporación de la reconocida civilista Mariana Gallego.
El eje de la defensa de Redrado
Redrado mantiene firme su postura de no ser el padre de Matilda y asegura tener las pruebas para demostrarlo. Latorre enfatizó que, si bien Salazar mostró un “certificado de visita” a una clínica de fertilidad, este documento no implica una “voluntad de procreación” por parte de Redrado. Según su argumentación, el economista nunca firmó un contrato que lo comprometiera legalmente como progenitor ni donó material genético, los dos requisitos esenciales para establecer la paternidad en un proceso de subrogación.
La teoría del “sponsor” y el acuerdo en cuestión
Redrado sostiene que Luciana Salazar buscaba un “sponsor” que pudiera sostener económicamente su maternidad de por vida.
Latorre confirmó la existencia de un “escrito” o acuerdo que Redrado habría firmado, en el cual se comprometía a entregar una suma de dinero mensual a Salazar (aclarando que no era en concepto de cuota alimentaria, dada su negativa a la paternidad legal) hasta que Matilda alcanzara la mayoría de edad.
Sin embargo, Redrado ahora buscará la nulidad de este documento. Alega que lo firmó sin contar con patrocinio legal propio, estando presente únicamente la abogada de Salazar en ese momento, Ana Rosenfeld. El economista pagó esta suma durante un tiempo, pero decidió interrumpir los pagos debido a lo que él considera un comportamiento “extorsivo” por parte de Salazar, especialmente después de que él rehízo su vida personal y se casó.
La batalla legal promete ser intensa, con ambas partes decididas a demostrar sus respectivas verdades en los tribunales.
Con información de La Voz del Interior.





