La ciudad de Mar del Plata está conmocionada por el asesinato de Matías Paredes, un joven de 26 años, quien recibió cuatro disparos por parte de policías de civil cuando regresaba de la presentación de la nueva camiseta de Alvarado.

El hecho ocurrió en la madrugada del jueves, alrededor de la 1:30, en el barrio Bosque Grande. Paredes viajaba en un Fiat Palio junto a dos amigos cuando fueron interceptados por una Ford Ecosport y un Volkswagen Bora, vehículos en los que se trasladaban agentes de las comisarías decimocuarta, decimoquinta, decimosexta y del Destacamento Camet.

Según las primeras versiones, los jóvenes habrían pensado que se trataba de un intento de robo y, al intentar huir, se produjo la persecución y los disparos que terminaron con la vida de Paredes.

De acuerdo con el informe preliminar, el joven recibió cuatro impactos de bala: uno en la espalda, un roce en la cara, otro en el hombro derecho y un cuarto en el brazo derecho. Fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde finalmente falleció a causa de las heridas.

Investigación y pericias en curso

El caso está siendo investigado por el fiscal Alejandro Pelegrinelli, quien ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los efectivos involucrados para realizar un cotejo balístico y determinar de dónde provinieron los disparos. Además, se aguardan los resultados de la autopsia.

“Mañana se va a producir el cotejo de las armas reglamentarias que fueron secuestradas, y con eso y la autopsia vamos a determinar de dónde provinieron los disparos que le dieron muerte. Necesito hacer esa pericia para saber la pertenencia de esas armas”, expresó el fiscal en diálogo con 0223.

Los otros dos ocupantes del Palio ya prestaron declaración y se confirmó que ninguno de ellos posee antecedentes penales. Uno de ellos recibió un disparo de bala de goma en la espalda durante el operativo.

Quién era Matías Paredes

Paredes tenía 26 años, era padre de una niña de cuatro años y trabajaba como albañil desde su adolescencia. Amante del fútbol, era un ferviente hincha de Alvarado de Mar del Plata y asistía regularmente a la cancha junto a sus amigos.

“Era un pibe de laburo, un pan de Dios”, lo describió un allegado en declaraciones al diario La Capital.