Si bien el fuego es un componente natural en algunos ecosistemas, sus efectos se observan en distintos niveles y las serranías y el pie de monte son las áreas más susceptibles de ser afectadas por la erosión.

Los efectos de los incendios sobre los embalses dependen de las características orgánicas y humedad del suelo, de la severidad de los incendios y del régimen hidrológico. En áreas donde el suelo ha quedado expuesto por incendios, generalmente se incrementa la exportación de fósforo y nitrógeno.

Debido a la negligencia del hombre, al año hidrológico seco y a las condiciones meteorológicas se crean escenarios óptimos para provocar focos de incendios de diversa magnitud en las cuencas de los embalses que constituyen importantes de provisión de agua además de atractivos turísticos.

Algunas de las consecuencias de estos incendios son: la destrucción de biodiversidad, el aumento de la desertificación, la erosión y la contaminación del agua.

Tras el paso del fuego, las cenizas cubren el suelo temporalmente formando una capa de espesor y características físicas y químicas variables, las cuales dependen del material original y de la severidad del incendio.

Estas influyen en los ciclos biogeoquímicos, incluido el del carbono, modifican las tasas de infiltración del suelo y la generación de escorrentía, controlan las tasas de erosión y alteran las propiedades físicas y químicas de los suelos. Incluso después de ser lavadas, disueltas o erosionadas, seguirán influyendo en los ciclos de la materia y la energía al modificar las propiedades del agua y de los suelos donde se incorporen.

Eutrofización

Los incendios contribuyen a la eutrofización de los embalses ya que aportan cantidades crecientes de nitratos solubles y material en suspensión, que arrastra minerales poco solubles de fósforo.

Esto produce un aumento de la productividad biológica en los embalses, en respuesta a un mayor aporte de nutrientes, lo que desencadena concentraciones de materia orgánica cuya descomposición supera la capacidad de autodepuración aeróbica del lago: se agota el oxígeno disuelto en las aguas y las masas algales se descomponen por putrefacción, con consecuencias deletéreas para el ecosistema lacustre y para el agua como recurso.

Por eso es de vital importancia preservar a la región de los incendios, tomar todas las precauciones necesarias para evitarlos y contribuir con acciones que eviten la degradación de las cuencas.

Artículo publicado por el sitio Diques de Córdoba

Fuentes:
Efecto de los incendios en la calidad del agua de los embalses San Roque y Los Molinos – INA (Instituto Nacional del Agua.
https://www.ashestolife.es/fuego-y-agua-impacto-de-los-incendios-en-el-ciclo-hidrologico/
http://unciencia.unc.edu.ar/2017/abril/eutrofizacion_embalse_san_roque_ame_ferral_solis.pdf/at_download/file