Foto: La Posada del Qenti

Diego visitó Carlos Paz y también tuvo en mayo de 1997 un periodo de rehabilitación en La Posada del Qenti, en Icho Cruz. El director general del exclusivo hotel spa, Miguel Cané, dialogó con Carlos Paz Vivo! y recordó el paso de Maradona por el lugar: “Los que tuvimos la oportunidad de conocerlo, lamentamos muchísimo esta pérdida”, reconoce..

“Diego vino en mayo de 1997 con Guillermo Coppola, Daniel Cerrini, Elvio Paolorroso y el ex boxeador José Gabriel Benítez, más conocido como “Tigre Sosa”. Hizo un programa intenso de desintoxicación, nutrición y acondicionamiento físico de 10 días en el que fue muy serio, muy profesional. Todo era para prepararse para jugar en Boca y de cara también al Mundial de Francia 1998″, detalla Cané.

“Llegó y al día posterior coincidió con la recepción del Rally internacional que hicimos en la Posada, el cual pasó casi desapercibido por lo que atraía Diego. Todas las cámaras iban detrás de él. Sin embargo, ayudó a la difusión por el mundo de la carrera ya que dio una vuelta por el circuito con Raies, quien lo vino a visitar unos días más adelante y compartió un asado, antes de llevarlo a pasear en su helicóptero un rato”, recuerda el ingeniero.

Foto: La Posada del Qenti

Además de Claudia Villafañe, su esposa en ese momento, Diego recibió sólo una visita más y fue Marcelo Milanesio, con quien tuvo una gran amistad. Pasaba sus ratos libres jugando al truco y disfrutando del aire libre y el paisaje del lugar.

Foto: La Posada del Qenti

Fue tal el foco de concentración de Maradona en su plan que “en esos diez días bajó 7,5 kg de grasa y ganó 3 de masa muscular”, contó el Cané y agregó: “Pocos entendían la presencia del Tigre Sosa en el lugar pero Diego lo trajo para ‘guantear’ una hora y media por día. Era la combinación de deportes perfecta, por eso tenía las piernas y la cintura como ningún otro futbolista”, remarcó Miguel Cané.

Por último, una de las camareras de mayor antigüedad de la posada recuerda lo perseguido y molesto que se sentía Diego con el periodismo, reflejado en una frase a uno de los profesores del gimnasio que lo entrenaba: “Pibe, no sabés lo difícil que es ser Maradona”.