Texas vive una de las peores tragedias naturales de su historia reciente. Las lluvias torrenciales que comenzaron el 4 de julio convirtieron los ríos del centro del estado en corrientes furiosas, provocando catastróficas inundaciones que han dejado al menos 90 muertos, decenas de desaparecidos y una profunda herida en la región.
El epicentro del desastre se encuentra en el condado de Kerr, donde la violencia del agua desbordada por el río Guadalupe arrasó con todo a su paso, incluyendo un campamento de verano cristiano solo para niñas que fue completamente devastado.
Campamento arrasado
El Campamento Místico, conocido como Camp Mystic y fundado en 1926, se encuentra a orillas del río y funcionaba como un espacio de retiro, formación espiritual y actividades recreativas para menores. Allí, el agua subió con una rapidez aterradora durante la noche, atrapando a decenas de niñas y consejeras.
El saldo es estremecedor: al menos 27 fallecidas y otras 11 personas, entre ellas 10 niñas y una consejera, aún siguen desaparecidas. El director del campamento, Richard “Dick” Eastland, falleció en el intento de rescatar a varias de las jóvenes atrapadas. Fotografías aéreas del sitio muestran cabañas destruidas, estructuras arrastradas por la corriente y escombros esparcidos a lo largo del cauce.
“Será una semana difícil”
Mientras los equipos de emergencia continúan removiendo árboles y estructuras colapsadas en busca de cuerpos o posibles sobrevivientes, el alcalde de Kerrville, Joe Herring Jr., advirtió que esta será “una semana difícil” y que las posibilidades de hallar personas con vida son escasas. Las labores de búsqueda han contado con helicópteros, drones, perros de rastreo y embarcaciones, pero en muchos casos, los rescatistas se enfrentan a aguas aún turbulentas y terrenos inestables.
Cuestionamientos
El desastre ha desatado cuestionamientos sobre la falta de preparación de las autoridades. A pesar de que el Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias sobre lluvias intensas y la posibilidad de inundaciones repentinas, muchos residentes aseguran que no recibieron alertas claras o instrucciones de evacuación.
La ausencia de un sistema de alerta temprana en el río Guadalupe —proyecto que el condado de Kerr rechazó hace años por considerarlo demasiado costoso— ahora es objeto de intensas críticas.
Historias terribles
El impacto humano se mide en cientos de historias personales. Una familia texana que acampaba cerca del río Guadalupe perdió a cinco de sus miembros. El único sobreviviente fue arrastrado más de 24 kilómetros río abajo y rescatado en estado de shock. En muchos casos, las víctimas fueron encontradas aferradas a ramas de árboles, flotando sobre muebles o atrapadas en vehículos.