El reconocido pastelero Osvaldo Gross participa este fin de semana en la segunda edición de la Expo Encuentro Dulce en Villa Carlos Paz, donde ofrece una masterclass de pastelería francesa a las 18 horas en el Espacio Mónaco.
Esta mañana, en conferencia de prensa, compartió su mirada sobre la evolución del oficio, el rol de las nuevas generaciones y los cambios en los modelos de emprendimiento gastronómico. Acompañado por su asistente Adriana García, Gross fue recibido con calidez y previo a brindar una clase cargada de técnica, anécdotas y reflexiones ponderó el evento y lamentó el tiempo frío que le impidió recorrer más la ciudad. “Cada ciudad tiene su propio público, con sus dudas y particularidades. Lo lindo de estas exposiciones es el intercambio”, señaló el referente de la pastelería internacional.
Gross llegó el sábado a Villa Carlos Paz, ciudad que llevaba muchos años sin recorrer. A pesar de la llovizna y las bajas temperaturas, el pastelero visitó el reloj Cucú, cenó en el restaurante Estilo Argentino, el local de alfajores El Nazareno, y este domingo la pastelería Cande y Qala Caffé.
“La técnica es el principio de todo”
Durante la conferencia de prensa realizada este domingo por la mañana en El Campanario, Gross remarcó la importancia de enseñar las bases clásicas para luego animarse a innovar:
“Uno parte de enseñar las bases para después hacer productos más modernos. Lo principal es transmitir técnicas claras para poder ejecutar una tarta, un cheesecake o lo que fuere”, explicó.
Si bien reconoció que la expo estaba más orientada a la decoración de tortas, destacó la diversidad de enfoques: “Lo mío no es la decoración, pero esto funciona como un complemento. Da un pantallazo más amplio de lo que hoy significa la pastelería”.
Jóvenes, pasión y laminados
Consultado por las tendencias adoptada por las nuevas generaciones, Gross señaló que los jóvenes entre 19 y 30 años se vuelcan a la pastelería con gran entusiasmo, sobre todo a partir del auge de los cafés de especialidad.
“Ese tipo de cafeterías exige una pastelería que antes no existía en Argentina. Laminados como croissants, pain au chocolat o pain suisse hoy están en auge y eso enciende la pasión en los más jóvenes”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que no todos los productos clásicos deben desaparecer: “En algún momento va a haber un equilibrio. Hoy están de moda los laminados, pero un buen Lemon Pie sigue teniendo su lugar”.
Gross también celebró los cambios en el modelo tradicional de negocio gastronómico, más accesible para emprendedores: “Antes abrir una pastelería implicaba hacer pan, facturas, tortas, alfajores, bombones y hasta helado. Hoy se puede arrancar con cookies o macarons. Ya no es necesario ofrecer 28 productos. Eso reduce el capital inicial y baja el riesgo de fracaso”, explicó.
Como consejo para quienes recién comienzan, propuso: “Pueden empezar con un budín de limón y amapolas, luego de mandarinas e ir agregando otros productos que se irán sumando. Es como un restaurante: no necesitás 40 platos, con 6 entradas y 8 principales alcanza”.
Si bien el clima cordobés fue adverso, Gross valoró la energía del público: “Estoy reconfortado por la calidez de la gente. Se nota la pasión con la que trabajan en el interior, sin mirar el reloj ni el cansancio. Dan todo”, dijo.
La jornada del domingo marcó el cierre de una edición de la expo que también contó con la participación de Mirtha Carabajal, la organización de Andrea Ponce de León y múltiples clases en vivo desde el viernes pasado.








