Los que trabajan en la Estación Terminal de Ómnibus de nuestra ciudad o habitualmente frecuentan la zona reconocen que las palomas son un problema de vieja data al que no le encuentran solución. Los inconvenientes que generan cada vez son más.

La Estación Terminal de Ómnibus representa una de las puertas de ingreso a Carlos Paz para los miles de turistas que llegan durante el año. También es el lugar desde donde muchos vecinos viajan a diario a Córdoba u otros sectores de la provincia.

Es en esta vieja estructura (NdeR: inaugurada en 1968) donde trabajan comerciantes, boleteros, despachantes, choferes de colectivos y, también, nuestros concejales, ya que en el primer piso tienen sus respectivas oficinas y se encuentra el recinto legislativo.

Algunos de los entrevistados por Carlos Paz Vivo! se refirieron a esta Terminal de Ómnibus como “El Palomar”, debido la plaga de esta especie de ave que habita en cada rincón superior de la estructura y circula por todos los sectores.

Anidan, se reproducen, defecan, transitan entre la gente, pero nadie puede erradicarlas. Así fue siempre, señalan los comerciantes. “Alguna vez se intentó eliminarlas pero no pudieron. Incluso hubo proteccionistas que se opusieron y todo quedó en la nada”.

“Es una vergüenza recibir a los turistas en estas condiciones. Muchos nos preguntan a los choferes si esta es la verdadera Terminal de Ómnibus de Carlos Paz”, manifestó un colectivero. Un rápido recorrido por el edificio permite observar que las palomas hacen de las suyas donde se les antoja.

El excremento de palomas es un verdadero riesgo para la salud de las personas ya que puede provocar criptococosis, una enfermedad infecciosa que se transmite a los mamíferos por vía respiratoria, pudiendo afectar inicialmente los pulmones para luego propagarse por a otros órganos.

Daños colaterales

Es tanta la cantidad de palomas que revolotean en la Terminal que los daños que estas provocan también quedan en evidencia: en el nuevo sector de minibuses (NdeR: inaugurado en 2016) debieron quitar el cielorraso para evitar que colapse.

¿El motivo? Por la noche la bandada se reúne y defeca en el espacio entre el cielorraso y el techo, provocando un peso que, poco a poco, deteriora el material.

Palomas y más…

Las bandadas no son el único inconveniente de esta Terminal. Los encargados de la limpieza y maestranza señalan que a menudo llegan desconocidos a dejar perros abandonados.

“En esta zona hay decenas de perros y perras que deambulan sin dueños. También es un problema porque pueden causar algún daño a las personas que circulan por aquí”, contaron.