Pasaron 28 años de aquella noche en la que Soledad subió por primera vez al escenario Atahualpa Yupanki en Cosquín. Y el tiempo se detuvo en la octava luna de esta edición para celebrar ese hito que cambió para siempre al folklore nacional.

Con la frescura que lleva en el alma, Soledad cantó ante una plaza Próspero Molina repleta que acompañó cada uno de sus temas con un fervor intenso.

 

28 años pasaron de aquel 26 de enero de 1996 que el Festival Nacional de Folklore consagró a la chica ‘sensación’ de las peñas. 28 años de la noche que, sin saberlo, sería el bautizo de una artista fresca, con talento y mucho carisma que revolucionaría el folklore.
Soledad, la chica que revoleaba el poncho cantando “A Don Ata”, “el huracán de Arequito”, encabezó la grilla de la penúltima luna siendo la gran artista folklórica en su tierra y en el mundo, regresó una vez más ovacionada al escenario que la vio nacer, presentando un espectáculo que contuvo las expresiones musicales de nuestro país, incluyendo clásicos, obras de compositores de este tiempo y sus canciones, bailarines y una cuidada puesta en escena.
“Que sea con suerte” le dijeron como premonición. No solo ha sido suerte, sino talento, carisma, compromiso, respeto y mucho trabajo.