Un set potente, de clásicos propios y ajenos. Una banda ajustada, que toca de memoria. Y un público “a la antigua”, sin selfies ni el celular pegado cual extensión de la mano, sino dispuesto a inundar los sentidos con buena música. Todo eso se vivió el sábado 6 en el concierto que La Mississippi brindó en Refugio Guernica, en el Abasto cordobés.

“El Dieciséis”, de la placa Sietevidas (2003), abrió la lista de temas de un show que no escatimó en clásicos de todas las épocas, como “Reina de Corazón”, “El Matadero”, “Niño bien” y “El detalle”. Antes de entrar a los acordes “santanescos” de “San Cayetano”, el cantante Ricardo Tapia lo presentó como un tema “que habla del trabajo, que no hay, y del amor, que tampoco hay”. No fue la única referencia a la actualidad: avanzado el show, criticó el 2×1 a los genocidas de la dictadura y dijo que “si los veo por la calle los cago a trompadas”.

El grupo está por sacar disco nuevo, tras grabar en 2015 “Inoxidables”, un homenaje al rock nuestro. Varios de esos temas conmovieron al Refugio Guernica, como “Post Crucifixión” (Pescado Rabioso), “El gato de la calle negra” (Pappo) y “Blues de un día lluvioso” (Manal, con un solo impresionante del guitarrista Gustavo Ginoi. A esta altura, y tras 25 años de trayectoria, hay que decir que la otrora Mississippi Blues Band perdió el set de vientos y con él cierto apego al blues más clásico, aunque no reniega del género.

Y ganó en rocanrol bien tocado, que en definitiva es primo hermano del sonido negro nacido a orillas del río Mississippi, en el sur estadounidense.

Tapia habló poco pero tiró frases de las suyas (además de la condena a represores, dijo que Pappo “es como Perón, está en el alma del pueblo”), y la banda en pleno arrolló con versiones renovadas y potentes de temas propios que han dejado huella, como “Búfalo”, “Un trago para ver mejor”, “Café Madrid”, “20 chicas, 20” y “Blues del equipaje”, definida por el cantante como “una canción del año del orto”.

Antes del cierre con temas “prestados”, hubo espacio para dos composiciones del disco que se viene, “La Montaña” y “Odioso”. Y el final tributó a dos bandas que marcaron época y que La Mississippi admira: “No obstante lo cual”, de Riff, y “Mejor no hablar de ciertas cosas”, de Sumo.

Una fiesta de rock y blues, entonces, para una banda que se reinventa y no pierde vigencia.

Texto y fotos: Adrián Camerano