El sector automotriz es el responsable 130 mil empleos privados formales, lo que representa el 7% del PBI industrial, y que, a pesar de haber sufrido uno de los peores impactos por la pandemia de la Covid-19, en los últimos meses ha dado claras señales de recuperación, operando actualmente a niveles de producción que superan los de pre-pandemia.

El potencial salto productivo en la fabricación de automóviles se podría dar en el marco de distintas políticas implementadas por parte del Poder Ejecutivo para con el sector, como el Proyecto de Ley de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz y su Cadena de Valor y la exención de retenciones a las exportaciones.

En el primer caso, de acuerdo a un informe de la Jefatura de Gabinete recientemente difundido, el objetivo de la normativa es “generar puestos de trabajo de calidad, impulsar el desarrollo de nuevos modelos, fomentar el perfil exportador del sector y una mayor integración de autopartes locales”.

Por otra parte, indica el mismo documento, la eliminación de derechos de exportación promovida por el presidente Alberto Fernández, busca “impulsar al sector, considerado en términos industriales ‘una nave insignia’, según el jefe de estado argentino, no sólo por el impacto positivo que esto traerá a las automotrices, sino a los sectores vinculados y a la economía en general”.