Desde muy temprano comenzaron a aparecer por los negocios del centro, madres y padres con sus hijos con disfraces de todo tipo y muchas ganas de repetir el ritual de todos los años en la celebración de Hallowen.

Más allá de la polémica sobre la procedencia de esta tradición, los niños la impusieron en el país y en Carlos Paz ya desde hace varios años.

En el Centro Viejo, las caramelerías y los kioscos fueron los más buscados por los bajitos disfrazados para reclamar sus caramelos. Pero casi todos los comerciantes se prepararon para ofrecer cosas dulces a los chicos.

En el Microcentro de la ciudad se vio más movimiento a la tarde y los chicos entraban y salían de los negocios con gestos de felicidad.

La celebración sigue y Carlos Paz Vivo! continúa registrándola en las calles de la ciudad.