La fiesta del Chivo

PhoTortul 1630
“La fiesta del Chivo”
Planta depuradora Costa Azul – V.C. Paz
Noviembre de 2019

A mi intrépida colección de figus de Personajes de la Villa le estaba faltando esta, una difícil: El Chivo Eguiguren.

Y acá está, a lo ‘Tom Hanks’ en su versión ‘Náufrago’…primavera 2019.

Mi amigo ‘El Chivo’. Genio y Figura.

¿Por dónde empezar?

Pues…por el principio:

Miguel Enrique Eguiguren dio su primer grito-llanto el 23 de septiembre de 1954 (un año antes de la Revolución Liberta o Fusila dora) en La Docta. O sea, cordoobé de pura cepa como el ferné con coca.

Hijo mayor del matrimonio formado por María Julia Fernández (mirá vos que apellido) y el recordado ingeniero Enrique Adolfo Eguiguren; que completarían luego el retrato familiar de la cómoda con Alejandro (Tati) y Fernanda (Fefi).

Imposible entrar a ‘radiografiar’ al Chivo y sus pasiones sin entrar en la historia misma de la Cooperativa de Aguas Corrientes, de la que su padre formó parte desde sus albores…y él mismo desde siempre, llegando por estos días a estar casi acariciando su jubilación…allá en la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales de Costa Azul, donde me lo crucé trabajando…y dando lugar a esta foto retrato.

Es ‘El Chivo’ digno de una novela de Gabo, donde el realismo mágico nos cautiva con esos personajes adorables que nunca son del todo buenos, ni completamente malos…como la Vida misma.

A saber:

Es un tipo leal, pero es terco como una mula vasca. Es muy inteligente, tanto que a veces lo disimula para lograr mejores cosas. Es creativo pero mañero. Parece duro, pero en el fondo es un tierno. Es loco pero no come vidrios…apenas los lame sin masticar. Y más.

….

Vive con su compañera Isis desde hace 23 años…mostrando ambos un aguante a prueba de balas de la ETA, y tiene dos hijos de la vida que son Alejandra y Franco a los que hizo suyos desde el día uno.

Amigo de los animales, me tocó padecer a Waka, su inseparable y voluminosa mascota que se subía a la mesa y a los autos que encontraba con la ventanilla abierta (da fe mi legendario Fiat Uno de ello) y que solo se bajaba al oír el ruido que su mejor amigo: El Chivo, hacía con la cadena de la puerta.

Ya de grandote, volvió con laureles a su deporte favorito: el Judo; del que fue Campeón Nacional y cinturón negro en categorías que peinan canas.

Y hablando de canas, fue mi primer amigo en ir cosechando esas hebras de plata que ahora ya lucimos todos, salvo los pelados, y que venía a editar sus laburos a mis primeros bunkers.

Como técnico en Comunicación Social, tuvo un paso por el Área de Comunicación de la Coopi, destacándose en las filmaciones del área de Cultura y sus viajes, pero especialmente en la cobertura (y coordinación) de las clásicas Visitas Educativas, de las que fue su iniciador…y que me tocaba en suerte editar, en plena era analógica.

Era fácil descubrir cómo había sido la jornada, viendo como llegaba de ‘movido’ el material fílmico de Miguelito, en aquellos años en que aún se filmaba cámara al hombro.

El tema era que El Chivo no podía ser sólo ‘el camarografo’ si no que cumplía varios roles, y todo lo hacia mientras filmaba. Los estudiantes, de todas las edades, se copaban con su ‘entrega’ y se lo ‘devolvían’ con todo tipo de regalitos y dibujos que (me cuenta Isis) aún conserva.

Un tierno mi amigo, el Chivo.

Pero para el cierre, vamos a su faceta más conocida: el Quilombo.

Desde siempre, este descendiente de Vasco ha tenido la sangre caliente, y su militancia de izquierda (o ahora se diría progresista) lo ha llevado a tomar parte de cuanta movida política se ha dado en esta Villa de Don Carlos Nicandro.

Revisemos:

Fue uno de los 3 empleados de la vieja Cooperativa que habían sido echado allá por 1986…1987 y que provocaron una verdadera revolución, encadenándose vivos (como los dinosaurios de Susana) en la Institución. Todo terminó con el copamiento de la épica asamblea del Club de Pesca, aquella mítica reunión generó toda una movida multipartidaria con “singulares personajes locales” que hoy día militan en el amplio arco carlospazonzo que va del Peronismo al Radicalismo pasando por el viejo PI, el Socialismo y el Comunismo. El Chivo allí estaba…encadenado a un sentimiento. Consta en los archivos del Bamba, seguramente.

Más acá en el tiempo, lo recuerdo viajando por Bolivia (minas del Potosí incluidas), Perú y el noroeste argento trayendo material increíble para editar. Con él compaginamos el último cumpleaños en vida (porque se sigue festejando aún) de la abuela Carabajal en Santiago del Estero,allá por 1992. Cuando Tarragó Ros le dice a la ancianita:

-Hola Abuela, acá le traigo mi último disco!!

La cámara del Chivo registra a la Alma Mater de todos los Carabajales que andan haciendo música por allí, agarrando el novedoso CD y mirándolo sin entender…a lo que Peteco a su lado remató con:

-Abuela, no se come, no es un disco de empanadas!!!

Pero volvamos a los líos de la Villa…donde El Chivo siempre metió su cola.

Durante el segundo gobierno del Pipo Conde…lo recuerdo arengando a su tropa cooperativa en la carpa levantada en los jardines frente a La Muni.

En plena sesión caliente del Honorable Concejo Deliberante (aún se llamaba así) en tiempos de Héctor Terzi, lo registré con mi cámara en un enardecido discurso en la Sala del ex Carena Hotel, mirando uno a uno a los 10 ediles de ese momento, pero haciendo foco final en Antonio Melacrino del Mac:

-…y me extraña de usted, Melacrino, que conoció a mi viejo!!!

El arquitecto, calmo como siempre, puso su mejor cara de moneda, y le contestó con tono moderado pero firme:

-Sí, Miguel, y porque conocía a tu Padre, y en memoria de él, te digo que dejes de decir pelotudeces!!!

Consta en mi documental ‘Una Sesión con la Historia’. Fontanarrosa hizo un tiempo después que esa mala palabra…deje de serlo.

Con Dellamaggiore y el Peronismo en el Poder, El Chivo estuvo más calmo para afuera, y se dedicó mas a asuntos internos…al gremio.

Pero luego volvería Felpeto.

Al ingeniero Carlos Alberto le montó una radio ambulante frente a la Muni con la que transmitía en vivo todas las mañanas, con las novedades de la grieta carlospazonza.

En tiempos de Avilés el conflicto recrudeció y El Chivo siempre estaba en la Barricada, ya sin cámara, pero con bandera o megáfono en mano.

En la actualidad, y usando una frase del General, adaptándola a tiempos modernos, podemos sentenciar que Miguel ya es un Chivo Vegano.

Actor nato, me parece estar viéndolo actuar en la Carpa de la Cooperación en un Taller con Norman Briski, haciendo de chofer de bondi…imaginario por cierto.

Fue también el primer Carlospazonzo en ir a La Higuera, y filmar el sitio donde la CIA ultimó a su admirado Che Guevara. Luego de editarlo en video, lo vería ya en mil documentales, pero El Chivo lo hizo antes…y la Wipala, que luce Manchada por estos días, ya estaba en la Casita de Miguel, en Barrio La Cuestas, desde aquellos años.

Usando el título de la célebre libro ‘La fiesta del Chivo’ del ahora derechoso peruano Vargas Llosa, Miguel es un personaje digno de ser novelado o cronicado…de ser rescatado y querido, mimado y estudiado. Es, en cierta forma, un producto genuino de esta Villa que explotó del golpe y con sus Instituciones en constante ebullición. Siempre caliente, nunca moderado, con fe en sus convicciones, con sus verdades a cuestas, aunque no sean las verdades de todos, con su eterna solidaridad y su determinación en ayudar al prójimo…aún cometiendo errores o torpezas.

Otra cosa no puedo decir porque…porque como cantan en las canchas:

-“…Yo al Chivo lo quiero lo llevo adentro del corazón”.

Cuidate Chivo, te quiero.

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#CarlospacismoMagico